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-¿Lograste algo anoche? -pregunta Tom mientras salimos de una cafetería y caminamos hacia el departamento.

-Lo único que logré es que se agobiara más y se pusiera a llorar. No sabes lo mal que me sentí. -suspiro.

-La chica es un trozo de pan. -admite Robert. -Me sorprendería que fuera ella.

-Gracias, por fin. -bufo haciéndolos reír.

Me detengo cuando pasamos por delante de una casa de empeños y veo un collar. Un collar de plata con una 'B'. Los chicos me miran con las cejas alzadas y entramos rápidamente al local. Una mujer bajita, mayor y delgada nos recibe con una sonrisa.

-Buenas tardes. -digo eneñando la placa. -En el aparador tiene un collar de plata con la letra 'B'.

-Si, ¿lo quieren, agentes? Son cuarenta dólares.

Ella sin nada mas que decir, se va hacia el aparador y vuelve con el collar. Lo deja encima del mostrador y yo cojo mi móvil. Le saco una foto y se la mando por mensaje de texto a Blanca, al móvil que le di. A los dos segundos me responde.

"¡¡ESE ES MI COLLAR!!" -Blanca.

-¿Quien lo trajo? -pregunto interrumpiendo la conversación que mantenían los tres.

-Un muchacho alto, fuerte y con una narizota grande. -dice dibujando la forma de la nariz encima de la suya propia.

-¿No tiene cámaras aquí? -pregunto mirando a mi alrededor.

-No, cielo. Aquí no tenemos de eso.

-Bueno. Este collar ha sido robado y lo necesitamos, es parte de un homicidio. -le digo. Ella abre mucho los ojos y lo aleja de ella.

-Todo vuestro, yo no quiero problema con eso. -dice con una mueca. Yo lo tomo.

-Muchas gracias, señora. -dice Tom sonriendo.

-Nada, guapo. Volved cuando queráis. -sonríe.

-¿Ese mismo chico le trajo algo más?

-Oh, si. -dice como si se acordara. Coge una libreta gruesa de debajo del mostrador y lo abre. Busca algo en él y sonríe. -Aja. Aquí estás.

Se va hacia adentro y trae una bolsita de terciopelo. La abre y de ella saca un anillo, exactamente como me dijo Blanca que era. Cuando quiero cogerlo, ella niega con la cabeza y lo aleja.

-Esto son diamantitos -dice ella. -Esto me ha costado mucho, niño.

-Le ingresaremos el dinero en su cuenta, señora. Forma parte de un robo. -digo con cansancio. Ella mira su libreta.

-483 dólares, eh. -dice señalando la libreta. Yo cojo el anillo y la bolsita, lo meto dentro y hago lo mismo con el collar.

-Muchas gracias. -digo dándome la vuelta para irme.

-Discúlpelo, está estresado. Volveremos esta tarde para que nos dé una mejor descripción de la persona que le trajo esto.

-Cuando queráis. -dice la mujer antes de que yo salga.

Con los chicos vamos directamente al laboratorio para que saquen algunas huellas del anillo pues del collar es difícil. Tras un largo, muy largo rato, dictaminan que no hay huellas más que las mías y las de la señora. Lo registramos en el registro del caso y mientras los chicos se van a su casa, yo voy a la mía a devolver todos los libros que Blanca ya se ha leído. Cojo otros libros y voy de vuelta hacia el piso.

Nada más llegar, despido a los oficiales y subo. Entro al piso con mi llave y veo a Blanca en la parte de la cocina haciendo la cena. Lleva puesto un culote negro y una sudadera ancha del mismo color. Cuando me ve, deja lo que está haciendo y viene rápidamente hacia mí. Yo saco la bolsita y se la enseño sonriendo.

Cuestión de memoria {FBTNY #2} ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora