Capitulo 1

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Joaquín estaba caminando hacia la cafetería "Swords", allí se iba a encontrar con su mejor amigo Niko y su mejor amiga Elaine, ellos eran muy buenos amigos desde niños, Niko solía ser su vecino y Elaine su compañera y única amiga en la escuela (o bueno, mejor dicho, primera amiga, ya que después tuvo más, pero ella fue la primera y única por un tiempo). Niko la había conocido por Joaco y cuando eran adolescentes ellos dos habían sido novios, pero luego de un año, cuando lo estaban por cumplir, tuvieron una pelea y el de ojos verdes terminó con ella, aunque eso no cambio en nada su amistad, aunque el de chinos sospechaba que su amigo seguía teniendo sentimientos por ella (aunque muchas veces creía que no porque ellos eran unos idiotas entre ellos, especialmente ella con él).

De niños los tres habían sido muy unidos, jugaban todo el tiempo y sus mejores travesuras habían sido de ellos tres, aunque claro, algunas veces por separado, como esa vez en la que Niko y Elaine se habían organizado para alisarle el cabezo a Joaquín mientras dormía, o cuando Elaine estaba en la adolescencia y pasaba más tiempo maquillándose o arreglándose que con sus amigos, ellos habían estado celosos, cuando le cambiaron todo el contenido de sus cremas por pinturas de exterior (de las que no se quitan fácilmente), de diferentes colores. O como cuando estaban en la universidad y pintaron el rostro de Niko de verde agua y lo disfrazaron de Perry el ornitorrinco en una fiesta, una vez que él se desmayó por haber consumido mucho alcohol.

Siempre estuvieron pegados, en la universidad les costó bastante, porque todos estudiaron carreras diferentes, Joaquín: relaciones públicas, Niko: administración de empresas y Elaine: abogacía, pero continuaron viéndose a pesar de todo. Estuvieron distanciados en ese tiempo, los tres habían conseguido amigos aparte, pero siempre fueron amigos, en algún momento ellos se veían.

Cuando ya terminaron la universidad y comenzaron a trabajar se organizaron, para poder verse un día a la semana y si tenían más tiempo del común a veces.

Al llegar al local el de ojos oscuros abrió la puerta y entró en él, localizo a sus amigos en una mesa cerca del centro del lugar y se dirigió hacia ellos a paso lento, casi pareciendo cansado, se sentó en la única silla vacía en la mesa y río al ver a su amigo ya comiendo mientras que su amiga solo estaba tecleando algo en su celular, aunque también había comida para ella en la mesa y ellos eran los peores amigos porque no habían esperado por él, ni para pedir sus desayunos.

- Hola, Joaco – le contestó el rizado, con los ojos entrecerrados en su dirección, aun molesto, se pasó la mano por la cara para sacar la comida que el castaño le había tirado encima. Elaine lo saludó, pero solo con un movimiento de mano, indiferente y todavía concentrada en celular.

Joaquín levantó una de sus manos para llamar la atención de la camarera, cuando está se acercó le pidió un café con leche y dos media s lunas, en el tiempo que tardó la chica en traerle lo que le había pedido, él y su castaño amigo se dispusieron a hablar sobre cosas triviales como lo que había hecho en la semana y como les había ido en el trabajo. Joaco era publicista en una empresa reconocida de la ciudad, y Niko chef de su propio restaurante, esté no era muy conocido, pero era muy cómodo y familiar, al menor le gustaba mucho, iba a comer allí con su hermana y madre todos los domingos al medio día, aunque claro que había excepciones, como cuando salía los sábados, lo cual pasaba muy a menudo.

La camarera al cabo de minutos de que los dos callaran se acercó con el pedido del castaño oscuro, lo dejó en la mesa y se retiró. Joaquín llevó su taza de café con leche a su boca y tomó un sorbo de está, mientras escuchaba las preguntas de Elaine.

- ¿Y Joaco? ¿Cómo la tiene Félix? – preguntó Elaine de repente, queriendo sacar información de la vida amorosa de su amigo. Ella tomó también un sorbo de su bebida, oro que en su caso esta era un freso licuado de frutillas.

- No lo sé, todavía no la vi. – Joaco se encogió de hombros, reaccionando muy indiferente al tema.

La reacción de su amiga es muy diferente a la que Joaco esperaba. Ya que ella abre mucho más de lo que debería los ojos y escupe restos de licuado sobre Joaco. - ¿Qué? - casi grita sorprendida. - ¿Escuche bien? ¿Joaquín Bondoni todavía no le vio el pene al chico con el que sale desde hace semanas? – preguntó indignada.

- ¿En serio? ¿Tú también? ¿Qué tiene sus comidas y saliva con mi cara? – contestó con más preguntas Joaquín, elevando su tono de voz, estaba verdaderamente molesto, aunque su amiga si tenía razón en sorprenderse, él acostumbraba tener sexo de una noche con los chicos y nada más que eso.

Esto ya le estaba resultando extraño a la mayoría de las personas que él conocía porque: 1) Él no salía con nadie y lo estaba haciendo con Félix desde hace ya dos semanas y 2) Todavía no había tenido sexo con él (lo que era nueva información y lo demás todavía desconocían, pero seguramente, se sorprenderían como Elaine si se enteran)

- ¿Cómo quieres que no me sorprenda? Eres de esos que se acuestan con alguien y luego los desechan – el de ojos oscuros, puso los ojos y bufó irritado, como respuesta.

- Sí, Elaine, pero esta vez es diferente.

Joaco sonrió no muy amplio y volvió a tomar otro sorbo su café con leche, dejando sus amigos con sus bocas abierta, mostrando su comida.

A Short Penis ▪emiliaco▪ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora