Capitulo 7

5K 516 101
                                    

El de rizos tomó ropa de su armario y la dejó acomodada sobre su cama antes de ir a bañarse, hoy sería el día en que empezaría sus secciones con el doctor Marcos, pero antes de pensar en asistir a una de ellas, él tenía que pensar en deshacerse de la erección que provocó dichoso psicólogo, pensar en cómo se vería su abuela desnuda no serviría esta vez, así que se decidió por una paja rápida en el baño.

Cuando termino de enjabonarse llevó su mano a su miembro, acariciando sutilmente su abdomen y apretando apenas sus pezones, en el camino hacia éste. Comenzó a deslizar su mano por su pene lentamente, haciendo énfasis en su glande, cuando su mano pasaba por éste, la detenía en la punta y la acariciaba con su pulgar, con rápidos y precisos círculos. Sus rizos estaban esparcidos y levemente adheridos a la pared por el agua de la ducha, su cabeza tirada contra esta y su boca estaba ligeramente abierta, de ella salían gemidos roncos y jadeos.

A él le gustaba más masturbarse con sus dedos o algún juguete, pero en esta ocasión se le hacía imposible, tendría que estar en menos de una hora en el consultorio de su psicólogo. A parte de que en la ducha le resultaría muy difícil hacerlo y definitivamente necesitaba una ducha.

Se corrió soltando un grito un tanto agudo, pero a la vez ronco y manchando la pared opuesta de la que él estaba apoyado y parte de su abdomen con su semen, tiras blancas pintando la pared de baño color azul pastel. Terminó de enjabonarse y se enjuagó rápidamente para luego salir del baño y vestirse.

...

A penas entró en la clínica, Joaquín corrió para poder llegar a tiempo al consultorio del doctor Marcos. Como vivía en el centro de la ciudad, la clínica a la que tenía que asistir no quedaba muy lejos de su departamento, por lo tanto, él decidió ir allí caminando, aunque no le quedaba mucho tiempo, eso fue una mala idea, ya que fue la razón por la que llegó tarde y agitado.

La secretaria le dio permiso que pudiera entrar, él lo hizo caminando lento, él podía llegar un poco más tarde, pensó, encogiéndose de hombros, aunque aún seguía agitado por correr varias calles. Dentro del consultorio, cerró la puerta, se agachó un poco, apoyando las manos sobre sus muslos mientras respiraba agitadamente.

- ¿Joaquín Bondoni? – cuando el nombrado levantó la cabeza pudo ver al castaño con una ceja alzada, en señal de cuestionamiento. Éste en esta ocasión estaba vestido con camisa y un pantalón de vestir, también llevaba unos lentes que lo hacían ver mucho más sexy de lo que era. Joaquín se quedó sin aliento por un momento. - ¿siempre estás igual de rojo y agitado? Aunque la anterior vez que te vi solo estaba con las mejillas coloradas. – el doctor Marcos soltó una leve risa y con un gesto le indicó que se sentara en la silla que estaba frente a la suya.

- Espero estarlo contigo la próxima vez que nos veamos, pero no por haber corrido hasta aquí. – el de rizos dibujó una ligera sonrisa traviesa sobre sus labios, pensando que aquello lo había pensado cuando en realidad no había sido así.

- ¿Qué? – el castaño hizo un gesto divertido pero el de Joaquín fue completamente diferente, ya que hizo una mueca.

- Nada.

Emilio decidió comenzar con la sesión cuando vio que la incomodidad de Joaquín había pasado. – Y bueno, dime... ¿Por qué estás aquí?

Pero al escuchar es pregunta la incomodidad del menor volvió. – Em... Bueno, pasa que mi novio tiene... - Joaquín bajo la mirada a sus manos y con éstas trató de explicar la situación, moviéndolas de forma rara, pero no lo logró.

- ¿Tiene qué...? Si es un problema de pareja es preferible que hagan terapia de pareja. – le contestó el castaño, encogiéndose de hombros.

- No es eso. Pasa que... - Joaquín seguí con la mirada baja, aunque ahora no movía sus manos tanto solo un poco de forma nerviosa. - ¡Tiene el pene chic! ¡Y me molesta que lo tenga así!

Las mejillas de Emilio engordaron, él estaba tratando de no reírse y lo consiguió, bueno, en parte, ya que salió de su boca un fuerte suspiro.

- ¿En serio? Si tanto te disgusta puedes terminar con él. – el castaño hizo un gesto como si fuera la solución más obvia y rápida, y lo era, Joaquín no quería que fuera así.

"Y salir conmigo" Terminó la frase el de ojos oscuros en su cabeza, segundos después de haberla dicho.

- Lo que sucede es que nunca me gustaron los compromisos, ni siquiera me gustaba pensar en ellos hasta que lo conocí, me gusta mucho, su pene no, pero él si... Y bueno. – Joaquín movió en su regazo nuevamente sus manos nerviosas.

El doctor Marcos se decepcionó cuando lo escuchó, había pensado que podría tener una oportunidad más adelante, cuando Joaquín estuviera soltero, pero al parecer no, Joaquín estaba enamorado.

A Short Penis ▪emiliaco▪ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora