Cap. 5; Eres Especial Para Mí - [ACTUALIZADA]

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Con el rostro totalmente pegado a su pupitre, Chara sentía como poco a poco moría por dentro, sentía como si el mismo tiempo jugara en su contra pues, aquel maldito reloj que estaba al frente suyo la empesaba a molestar en todo el sentido de la palabra, ¡NO SE MOVÍA, NI UN CENTÍMETRO, NI UN MALDITO CENTÍMETRO¡, ¡¿QUE TIENE ESTE MALDITO RELOJ CONTRA MÍ?!. Con una gran frustración dentro ella, causa de la gran necesidad... no, ¡DESEO DE SALIR DE ESTE MALDITO LUGAR!, agarro su lápiz con una de sus manos y, lentamente fue sometiéndolo con su pulgar, ejerciendo una mayor presión cada segundo que pasaba.

   Poco a poco, ella iba perdiendo la paciencia pues, ¡¿A QUIEN LE IMPORTA COMO SACAR LA HIPOTENUSA DE UN TRIANGULO RECTÁNGULO?!, ¡NI QUE ESO LE FUERA A SERVIR EN LA VIDA REAL?!, pensó con gran molestia pues, no es como si este curso fuese de lo mas interesante que haya.¡AHORA ESTAR MUERTA NO ERA TAN MALA IDEA!, pensó con una leve sonrisa en su rostro. De un momento a otro, el siempre glorioso y hermoso sonido de la campana se hiso presente en el lugar con una gran fuerza - una luz de esperanza para ella -.

   - Bueno alumnos, por desgracia parece que a acabado la clase de hoy. Repasen su libro para la próxima semana y eso seria todo, ¡Buen fin de semana! - recomendó el profesor. ¿POR DESGRACIA?... ¡¿POR DESGRACIA?!, ¡¿ACASO CREE QUE SU CLASE ES INTERESANTE?!, pensó Chara con un gran grado de cinismo.

   Poco a poco, ella fue guardando todas sus cosas, alegre de que ya haya terminado el día pero, inconciente de la broma que se le acercaba a ella. Una pequeña bola de papel con dirección a la espalda de Chara, iva con todas las intenciones de malograrle la tarde y, en efecto, lo logro. Ella trato de calmarse, respirando y exhalando al mismo tiempo, de una manera casi frenética, esperando que de alguna manera pudiera controlarse. Frisk lo había notado, sabia que poco a poco ella iva a terminar cediendo a las bromas de aquella rubia que tanto los estaba fastidiando últimamente - todo el día -  y, que al final iva a terminar explotando, revelando así su verdadera y terrorífica faceta.

   Poco a poco y, de una manera casi silenciosa, Frisk estiro su mano hasta el puño impaciente que formaba Chara. Se notaba su furia con tan solo verla.: la respiración agitada, sus mandíbula tensa por la ira contenida y, sobre todo, sus puños tensos por la gran presión que ella les ejercía. Rápidamente Chara reacciono ante el acto de Frisk, siendo al principio muy violenta - consecuencia por la poca paciencia que le quedaba - pero, al notar que era su contrario quien la apoyaba y cálidamente le sonreía, ella mágicamente se calmo. Aquella acción había causado una gran repercusión en ella, no sabia como explicarlo, solo sabia que poco a poco esa repugnante acción por parte de Frisk la empezó a calmar y... por más loco que le sonara, gustar.

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Las clases ya habían terminado y, un largo camino hacia casa era lo que les esperaba ahora. Ya llevaban un buen tiempo caminando, lo suficiente como para poder perder de vista a ese gran colegio al cual actualmente le daban la espalda y, del cual Chara quería permanecer el menor tiempo posible. Sabia que aquella chica la seguiría molestando, sabia que todo esto se volvería algo típico en su día a día si es que no se le enfrentaba, sabia...

   - Sabes, por un momento pensé que le romperías un hueso a alguien o algo así - comento Frisk con un tono algo cómico por lo anteriormente sucedido, rompiendo poco a poco el hielo que los separaba. Volteo a verla e, instantáneamente pudo reconocer esa facción de preocupación en su rostro y, sin mediar palabras de por medio, él rápidamente se abalanzo ante ella para poder abrasarla por la cintura, esperanzado de que al menos eso le ayudara con sus pensamientos - .No te pongas a pensar en eso, ¿Vale?.

   Esas dulces palabras por parte Frisk junto a ese caluroso acto de cariño, terminaron por completo con aquel muro de hielo que los separaba en esos instantes. Ella poco a poco y, dubitativa de sus actos, empezó a mover lentamente sus brazos para poder completar ese dulce abrazo. Una ves ya completado, ella pudo sentir un cálido calor que poco a poco empezó a invadirla. No sabia el ¿Por qué? de esa hermosa sensación de la cual sentía ahora pero, a esas alturas, eso ya no le importaba ni lo más mínimo. Extrañamente ella quería que esa escena durara para siempre y que jamas tenga fin.

Determinado a AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora