Ya faltaba poco para que la media noche se haga presente. La pequeña separación entre ellos aun seguía en pie, y parecía que ninguno daría su brazo a torcer, no por orgullo ni nada, sino por que ambos se sentían mal consigo mismo. Frisk por haber insistido en que Chara la acompañara al baile, sabiendo en que ella tendría sus razones para no hacerlo. Y Chara al no decirle la verdad, sobre el por que de su negativa ante la invitación de Frisk. Ella se sentía fatal, se suponía que podía confiar en él. Pero si ella aun no confiaba en si misma, ¡¿Como iba a confiar en Frisk?!. Sabia que seguía teniendo algo dentro de ella, algo que era fuerte y que no se detendría ante nada.
- Patético. Aun sigo sin creer que sigas siendo tú - resonó una voz de ultratumba. No sé sabia su origen, ni por donde venia, pero lo que sí se sabia es que eso no significaba nada bueno.
Chara se había quedado congelada, con los ojos como platos y su respiración se había detenido. ¡¿Como es que seguía vivo?!, se suponía que debió de haber desaparecido el día cuando Frisk le dio parte de su alma.
- ¡¿Que pasa, no saludaras a un viejo amigo!? - dijo socarronamente aquella vos - O es que no saludaras al viejo Gambling... o prefieres Gamabel.
Chara no quería hablarle, pero si no lo hacia, él tendría la curiosidad del porque. Sí o sí tendría que hablarle, incluso si ella se moría del miedo, tendría que hacerlo. Tendría que andar con cuidado si planeaba hablarle, pues él se daba cuenta de cada cosa: cada acto, cada paso, cada mirada, cada pregunta o respuesta... ¡Hasta cada maldita palabra!. Pues Gambling... Gamabel no era exactamente el mejor tipo para conversar.
- Prefiero Gamabel, - hablo de la manera más sería - ya que Gambling no es una opción. Tú mismo me lo dijiste aquélla ves que nos conocimos, ¿Te acuerdas?
- ¿Acordarme? - pregunto para luego empezar a reír ligeramente - Te responderé esa pregunta con mis propios ojos ‐ respondió. Para que luego apareciera una densa cortina de humo, una en la cual dejo atrapada a Chara.
Chara sabía que la pesadilla había regresado. Ella había pensado que todo se había arreglado, que todo se olvidaría, que su vida cambiaría, que dejaría esos pensamientos, esas practicas, que formaría una vida... una nueva... una junto a Frisk.
- Se nota que no tienes modales chiquilla - dijo aquella voz. Chara no sabia si es que era cosa suya, o que el miedo le daba una mala pasada, pero lo que si sabia es que aquella vos empezó a suavizarse, tanto que poco a poco tomo un tono más humano y menos ultratumba - .Y yo que pensaba que aun seguías siendo la misma de antes - hablo perspicaz ante Chara.
Chara aún seguía dentro de la fuerte cortina, no intentó escapar, pues, sabía que si lo intentaba solo perdería el tiempo. Ya lo había intentado en el pasado, y era de más decir que no lo había logrado. La densa cortina de humo poco a poco se estaba esfumando. Chara podía visualizar fugaces líneas de luz cada segundo. Luego de un par de segundos más, las lineas cambiaron a focos de luz medianamente grandes. La cortina de humo ya estaba desapareciendo. En todo momento Chara tenía el corazón en la boca, cada segundo que pasaba era una eternidad. Ella sabía las consecuencias que vendrían, y por primeras ves en su vida se sentía intranquila. Luego de unos largos segundos, la densa cortina ya se había esfumado por completo, dejando ver a aquel demonio. Estaba a centímetros del rostro Chara, tenía una mano posicionado en sus caderas y otro que sostenía el mentón de Chara, haciendo que Chara sea obligada a ver aquellas cuencas oscuras. Dicen que los ojos son la ventana por donde se puede ver alma, en este caso, esa regla no se sabría exactamente, pero lo que sí se sabría con claridad sería su oscura alma.
- Se nota que esos hermosos ojos tuyos no an cambiado para nada querida, - comentó picaronamente Gamabel con una gran sonrisa. Que lentamente se empezaba a acercar al rostro de Chara ‐ hasta ahora me pregunto ¿Cuando sera el día en que esas perlas estén en mí...?
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Determinado a Amarte
FanficDemonio, asesina, monstruo sin corazón, esos fueron los términos que recibió Chara en toda su vida. Formó un nombre, un nombre con bases: determinación, sadismo y locura asesina. Logró intimidar a todo tipo de monstruo con su nombre, pues su nombre...