EL PROLETARIADO INDUSTRIAL

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 El orden en el cual examinaremos las diferentes categorías delproletariado emana directamente de la historia de su génesis, queacabamos de esbozar. Los primeros proletarios pertenecían a laindustria y fueron directamente engendrados por ella; los obrerosindustriales, aquellos que se ocupan de trabajar las materias primas,serán objeto en primer lugar de nuestra atención.La producción del material, de las materias primas y de loscombustibles no devino verdaderamente importante sino después dela revolución industrial y pudo así dar nacimiento a un nuevoproletariado industrial: los obreros de las minas de carbón y de lasminas metalíferas. En tercer lugar, la industria ejerció una influenciasobre la agricultura, y en cuarto lugar sobre Irlanda, y de acuerdo coneste orden hay que asignar su lugar respectivo a las diversasfracciones del proletariado. Descubriremos igualmente que, con laexcepción tal vez de los irlandeses, el nivel de cultura de los diferentestrabajadores está en relación directa con su conexión con la industriay que, por consecuencia, los obreros industriales son los másconscientes de sus propios intereses, aquellos de las minas lo son yamenos y los de la agricultura apenas lo están. Incluso entre losobreros industriales, hallaremos este orden y veremos cómo losobreros de las fábricas, estos hijos mayores de la revoluciónindustrial, han sido desde el principio hasta nuestros días el alma delmovimiento obrero y cómo los demás se han incorporado al mismo enla medida en que su oficio ha sido arrastrado en el torbellino de laindustria. Así por el ejemplo de Inglaterra,62viendo cómo el movimiento obrero ha marcado el paso con elmovimiento industrial, comprenderemos la importancia histórica de laindustria. Mas como actualmente poco más o menos todo elproletariado industrial participa en este movimiento y como lasituación de las diversas categorías de obreros presenta muchospuntos comunes -precisamente porque todos ellos dependen de laindustria- tendremos primero que estudiar estos puntos, a fin depoder examinar con tanto más rigor cada ramificación en suparticularidad.Ya hemos indicado anteriormente cómo la industria centraliza lapropiedad en muy pocas manos. Ella exige grandes capitales con loscuales construye establecimientos gigantescos -arruinando así a lapequeña burguesía artesanal- y con cuya ayuda ella pone a suservicio las fuerzas de la naturaleza, a fin de expulsar del mercado altrabajador manual individual. La división del trabajo, la utilización dela fuerza hidráulica y sobre todo de la fuerza del vapor, elmaquinismo: he aquí las tres grandes palancas por las cuales laindustria desde mediados del siglo pasado se emplea para levantar almundo de sus cimientos. La pequeña industria da nacimiento a laclase media, la gran industria a la clase obrera, y ella lleva al trono aunos cuantos elegidos de la clase media, pero únicamente paraderribarlos un día más seguramente. Mientras tanto, es un hechoinnegable y fácilmente explicable que la numerosa pequeña burguesíade los "buenos viejos tiempos" ha sido destruida por la industria ydescompuesta en ricos capitalistas de una parte, y pobres obreros dela otra.*Mas la tendencia centralizada de la industria no termina ahí. Lapoblación es igualmente tan centralizada como el capital; nada másnatural, pues en la industria el hombre, el trabajador, es consideradosólo como una fracción del capital, al cual el* Cf. al respecto mi "Esbozo de una crítica de la economía política" enlos Anales francoalemanes.(22) En ese trabajo el punto de partida es"la libre competencia"; pero la industria no es sino la práctica de lalibre competencia y esta solamente el principio de la industria. (F.E.)63industrial paga un interés -que se llama salario- a cambio del hechode que éste se entrega a él para ser utilizado. El gran establecimientoindustrial exige numerosos obreros que trabajan en común en unedificio; ellos deben vivir en común: para una fábrica mediana ellosconstituyen ya una aldea. Ellos tienen necesidades y, para lasatisfacción de las mismas, dependen de otras personas; losartesanos: sastres, zapateros, panaderos, albañiles y carpinterosacuden en gran número. Los habitantes de la aldea, sobre todo losjóvenes, se habitúan al trabajo de fábrica, se familiarizan con él, ycuando la primera fábrica, como se la concibe, no puede emplearlos atodos, el salario baja y la consecuencia es que nuevos industriales seestablecen allí. Mientras tanto la aldea se convierte en una pequeñaciudad y ésta en una ciudad grande. Mientras más grande es laciudad, mayores son las ventajas de la aglomeración. Se construyenvías férreas, canales y carreteras; la selección entre obrerosexperimentados resulta cada vez mayor; debido a la competencia quese hacen entre sí los constructores de edificios y también losfabricantes de máquinas, que se hallan inmediatamente disponibles,se pueden crear nuevos establecimientos más económicamente que enuna región alejada, a donde habría que transportar primeramente lamadera de construcción, las máquinas, los obreros que levantan eledificio y los obreros industriales. Además, existe un mercado, unaBolsa donde se apiñan los compradores, hay relaciones directas conlos mercados que suministran la materia prima o reciben losproductos acabados. De ahí el desarrollo sorprendentemente rápidode las grandes ciudades industriales. Desde luego, el campo tiene encambio la ventaja de que allí generalmente el salario es más bajo; lasregiones rurales y la ciudad industrial permanecen así encompetencia continua, y si hoy la ventaja se halla del lado de laciudad, mañana el salario bajará a tal punto en la región que lacircunda que la creación de nuevos establecimientos en el campo seráventajosa. Pero, a pesar de todo, la tendencia centralizadora siguesiendo sumamente fuerte y cada nueva industria creada en el campolleva en sí el germen de una ciudad industrial. Si fuese posible queesta loca actividad de la industria durara un siglo todavía64cada distrito industrial de Inglaterra no sería más que una sola ciudadindustrial, y Manchester y Liverpool se encontrarían en Warrington oNewton. Esta centralización de la población ejerce su efectoigualmente sobre el comercio, enteramente de la misma manera, y poreso es que algunos grandes puertos -Liverpool, Bristol, Hull yLondres- monopolizan casi todo el comercio marítimo del imperiobritánico.Es en las grandes ciudades donde la industria y el comercio sedesarrollan más perfectamente, por tanto es allí igualmente dondeaparecen más claramente y más manifiestamente las consecuenciasque ellos tienen para el proletariado. Allí es donde la centralización debienes ha alcanzado su grado más elevado, allí es donde lascondiciones de vida de los buenos viejos tiempos son destruidas másradicalmente; allí es donde se ha llegado a un punto en que laexpresión Old merry England12 ya no tiene ningún sentido, porqueesta vieja Inglaterra sólo se conoce por el recuerdo y los relatos de losabuelos. Por eso es que no existe allí más que una clase rica y unaclase pobre; pues la pequeña burguesía desaparece cada día más:Ella, que antaño era la clase más estable, se ha convertido ahora en lamás inestable; ya sólo se compone de algunos vestigios de una épocaconcluida y de cierto número de personas, que muy bien quisieranhacer fortuna, caballeros de industria y especuladores perfectos, delos cuales uno de cada cien se enriquece, mientras que los noventa ynueve restantes fracasan, y de éstos más de la mitad sólo viven de lasquiebras.Pero la inmensa mayoría de estas ciudades está compuesta deproletarios, y ahora el objeto de nuestro estudio va a ser el de sabercómo ellos viven, y qué influencia ejerce sobre ellos la gran ciudad.

LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA- FEDERICO ENGELSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora