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Se bastante bien que las palabras duelen.

Y que un momento con amigo siempre cae bien.

Pero en momentos como este, la euforia de jugar un juego de mesa simple con personas que quiero mucho, se va rápidamente.

Tengo un problema con mi peso... Lo sé

Comer conlleva un sentimiento de culpa intenso, tanto que hr pensado en hasta empezar a fumar solo para dejar de sentir hambre.

Él problema aqui es que se que si lo hago, mi capacidad de mentir lo ocultaría tan bien que no recibiría ayuda a tiempo.

Es insana mi manera de ver él mundo.

Esta muy mal que haya pensado incluso en cortar la preciosa piel de mi novia solamente para probar sus lagrimas y su sangre juntas, sus lágrimas las he probado antes.

Es una escena preciosa para mi...

Y eso es insano, esta muy mal.

He pensado múltiples veces en hacerle daño, lograr que me odie. Se perfectamente bien como hacerlo, tanto que cualquier resultado probable lo he estudiado para que salga mi cometido sin problemas.
Y todo esto simplemente para dejar de mancharla, dejar de pensar en ella.

Ese es él problema... Ella parece que quiere ayudarme, ha intentado ayudarme desde que nos conocimos. Y ese es el motivo por el cual quiero que me odie. No sirve de nada ayudar a alguien que no puede ser salvado.

La amo... Y por eso quiero que me odie. Quiero que me odie al punto de no querer ni escuchar mi nombre. Así, al menos, podria centrarse en otros aspectos de su vida. Se que no estaria sola, yo mismo me encargaria de que, junto con ella, todo el circulo social que compartimos me odiase. Asi cada que ella quiera tratar de ayudarme de nuevo, alguien le recordaria lo tan imbécil que fui y decaería de esa idea de inmediato.

Lo he pensado, si. He hecho simulaciones también. Pero se que nunca podré hacerlo, por mi ego y mi necesidad de alguien que me ate a la realidad.

Me iría al fondo sin ella, me entregaría a mi enfermedad sin ella.

Pedí un psiquiatra por ella, para ayudarme a conseguir estabilidad y dejar de necesitar dolor para funcionar, ya sea propio o ajeno.

Antes de conocerla, estaba bien y podia funcionar. Porque me hacia daño solo y me aseguraba de que a nadie le importara, porque así me gustaba. Pero desde que ella, aun no se como, logró abrirse paso entre las espinas y acariciar aquel monstruo al que ella le llama "lemon boy" cambió todo.

Me dolor ahora también era de ella, le dolia verme las cicatrices y me forzó a prometer que no lo haria mas. Fue entonces cuando me di cuenta de mi problema real: El necesitar dolor para funcionar como una persona normal.

Me fui a la mierda cuando la conoci, todas las paredes y pantallas que habia construido para encerrar al monstruo las destruyó. Le puso una correa y le llamo lemon boy.

Se bien que lo hizo con la mejor intención, se que no esta bien que me dañe. Pero siento que es la única manera de alimentarle con sangre, al menos es mia y no la obtengo con juegos y sufrimiento de los demás.

Por ello es que necesito que alguien me diga si es normal, al menos podria tomar medicamento para ello

Pequeños relatos de una mente perturbadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora