No puedo perdonarme (despedida)

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Me cuesta un poco pensar en mí como alguien que merece algo de atención...

Escribí sobre esto antes de que se me cayera todo encima, antes de que alguien se cansara por fin de mí. Y si estás leyendo esto, girasol, quiero aclarar que no es un reclamo ni nada... Te dejé una carta pasada, y dije que estaba bien, ¿O no?

No me atreví nunca a publicarlo, porque... No lo sé, me parecía una idiotez. Me parecía ridículo, porque, bueno... Yo me parezco ridículo.

Ayudo y ayudo a los demás, logre que mi mejor amigo creyera que sus problemas son importantes y me los contase, que se creyera válido. Y lo siento, pero estaba recibiendo palabras de un fantasma.

¿Saben porqué no me creo válido?

Yo lastimo a las personas.

Siento... No voy a decir que eso fue lo definitivo, porque solo puedo ver mi versión de la historia. Pero siento que eso tuvo mucho que ver con que ella se cansara de mí, más de una vez la hice llorar para poder sentir algo, más de una vez la utilice para llorar, porque eso me cuesta más que nada.

Y es por ese motivo que no pienso que valga nada, me esfuerzo para continuar, para que mis padres no noten nada... Para que nadie note nada, aunque sé que de todas maneras, ignoraré esa ayuda, porque nunca voy a poder creerme que alguien puede sostener a alguien como yo. Ya lo comprobé, y no puedo hacer mi hogar en las personas... Ni siquiera en las que crees que siempre van a estar ahí.

Hablarle como si no fuésemos nada, como si no hubiera pasado nada. Actuar como si nada me pasara, esperar una sesión de la orientadora escolar cada mes para poder hablar con alguien, negarme todo, ignorarme, hacerme daño. ¿Es normal eso en mí?

He sido así desde que tengo memoria, y nunca he pedido ayuda. No porque no la necesitara, si no porque no sabía a quien pedírsela. Siempre he creído que los demás tienen problemas mucho más grandes que un idiota masoquista. Y grito, y me lastimo. Y si alguien pregunta siempre diré que estoy bien, fingir jode, esperar a alguien que no va a llegar también.

Sé que no puedo seguir esperando a alguien... Porque no llegará, nadie va a salvar a alguien que no se puede salvar a si mismo. Y... ¿Saben qué?

Soy la batalla que van a perder.

Soy de quién van a aprender a salvarse, soy la causa pérdida que sirve solo para ganar experiencia, no soy más que eso.

No podré ser más que eso...

Mamá, papá, lo siento. Su hija es un fantasma.
Owan, tu mejor amiga es un fantasma.
Letty, Avvy, Lucy. Soy un fantasma.

Lo siento... Pero sé que tratar conmigo siempre les enseñará que tipo de persona es tóxica para ustedes, que tipo de persona deben alejar de sus vidas.

No puedo ser más que eso...

Pequeños relatos de una mente perturbadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora