- Celes Suval, sector 50.- Escupió la máquina con su metálica voz al leer el nombre del muchacho en el certificado que le había entregado. Al oír esto, Celes sintió como si el mundo se hundiera bajo sus pies y tuvo que esforzarse para no caer de rodillas.
- Tiene que haber un error...- Murmuró con la poca voz que pudo y mirando con sus ojos claros a la máquina, casi suplicándole, pero esta no le devolvió ningún sonido.
Mirando que un guardia se acercaba para ver por qué no había dejado la cola tras recibir el resultado de su examen, empezó a caminar cabizbajo sabiendo que no había solución. Este examen, que realizaban todos los jóvenes de 15 años, determinaba el resto de sus vidas y, literalmente, no había podido sacar un resultado peor. Apretó el certificado en su puño mientras empezaba a correr sin rumbo. En ese momento solo quería ir lejos, muy lejos de esa máquina, de esa ciudad, de esa realidad que ya no tenía solución. No le importaba haber olvidado su paraguas holográfico en el edificio, tampoco sentía apenas la insistente lluvia sobre su piel. Ya no importaba nada. Corriendo por la ciudad, eventualmente chocó con un niño un poco más joven que él y ambos cayeron al suelo. El chico masculló una maldición pero, justo cuando iba a reprender a Celes, vio su cara al borde de las lágrimas y todo su enfado desapareció.
- ¿Celes? ¿Estás bien?- El adolescente, que aún no había levantado los ojos del suelo, se sorprendió al reconocer la voz de su hermano.
- No...- Dijo al cabo de un momento y tomó la mano que su hermano le ofrecía.- Me han dado los resultados del examen...
- Fuu... Ven, creo que necesitas sentarte un rato.- Le guió tomándole de la mano hacia un parque cercano y se sentaron en un banco protegido de la lluvia.- Intenta calmarte y luego me cuentas qué te ha tocado, ¿vale? Estoy seguro de que no puede ser tan malo.
Celes se rió quedamente por no llorar, ¿cómo iba a decirle la verdad?. Miró de reojo a su hermano, apoyado con las manos en el banco mirando el cielo. Valia sabía que a Celes no le gustaba que nadie le viera llorar y por eso se había cerciorado de elegir un solitario banco en una esquina del parque y ni siquiera él estaba mirando la cara de su hermano. Celes se había dado cuenta de todo esto y eso hacía incluso más difícil decirle nada. Tras meditar sus opciones un momento con la cara entre sus manos, profirió un profundo suspiro y empezó a hablar.
- De acuerdo, te lo diré.- Miró cómo su hermano giraba instantáneamente la cabeza para escucharle mejor y, tras una larga pausa, continuó.- Estoy en el sector 50.
Podía darse cuenta de que su hermano se había quedado sin palabras y le miraba con una expresión de lástima y tristeza que trataba, en vano, de disimular. No podía culparle, este resultado implicaba que tendrían muy pocas oportunidades de estar juntos a partir de ese momento. Los barrios asociados al sector 50 quedaban muy lejos de los asociados a los sectores del 11 al 20 donde habían vivido felizmente hasta ese momento. Además, toda la familia había pertenecido durante generaciones a esos sectores, incluso sus padres trabajaban en el 15 y el 17. Celes había roto una estirpe "perfecta" como la definía su abuelo así que es posible que incluso fuera expulsado de la familia. Si todavía hubiera acabado en algún número entre el 20 y el 30 habrían podido justificarlo pero el sector 50 era el más bajo de todos.
- ¿Qué vas a hacer?- Le preguntó Valia cuando se hubo recuperado del shock.
- ¿Qué quieres que haga? Como vuelva a casa con este resultado, el abuelo me mata. ¿Se te ocurre algo?- Su hermano estuvo un rato callado con la mano en la barbilla, pensando.
- Podríamos tratar de modificar tu resultado de alguna manera... Debe ser increíblemente difícil hackear una de las máquinas del Ministerio pero puedo intentarlo.- Celes no podía creer lo que estaba oyendo y saltó literalmente del banco exclamando:
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Celes, un mundo perfecto #Wattys2019
Fantasy¿Hasta dónde llegarías para proteger a tus seres queridos? En un rincón del multiverso, se alza un mundo que ha permanecido bajo el estricto control de los dioses durante varios cientos de años. En él, Celes Suval, un adolescente en la base de la so...