Capítulo 13: Tregua.

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 Al escuchar a su hermana identificarse como "Arami", a Niko lo invadió la furia. Para asombro de todos los presentes, no tardó en levantarse y poner una pistola en la cabeza de la niña. Ella le miraba con los ojos desencajados, sin poder comprender por qué su hermano la estaba apuntando con el arma. De las lágrimas que habían cubierto el rostro del chico poco antes ya no quedaba ni una sombra y ahora, con el ceño fruncido, se dirigió a Arami:

- Ya me parecía demasiado bueno para ser cierto. No caeré en tu trampa, maldito demonio. Deja de adoptar la forma de mi hermana o te juro que disparo.

Viendo que la niña no podía dejar de llorar mirando a su hermano a través de la pantalla en la habitación de su mente, Arami tomó el control con un suspiro y con expresión seria, se apresuró a contestarle:

- Baja esa pistola, estás haciendo llorar a Linaly. ¿En serio no recuerdas nada?- Al ver que el chico no variaba su expresión en lo más mínimo, continuó.- Este es el cuerpo de tu hermana, yo solo lo estoy tomando prestado.

- Muéstrame alguna prueba entonces. No voy a creeros ni a ti ni a ese traidor tan fácilmente.

Dijo esto señalando con la cabeza a la figura de Celes que, aún atado, miraba la situación sin saber qué hacer. Se veía claramente que Arami se estaba empezando a enfadar de que Niko no apartara el arma. Había estado todo ese tiempo con Linaly y se habían hecho muy buenas amigas. Por eso, no podía aguantar la actitud del chico y, cogiendo disimuladamente un papel de su bolsillo, susurró unas palabras que ninguno en la sala pudo escuchar. Al instante, una corriente de aire con la fuerza de un huracán, inmovilizó a Niko contra la pared a su espalda y le desarmó. Apretando los dientes, el chico la miró con odio mientras se acercaba a él pero, antes de que llegara a tocarlo, Cory puso otra pistola en su sien.

- Suéltale ahora mismo.

- Ahora no estoy de humor para ser paciente con vosotros.- Respondió Arami pegándole otro papel a ella.

Esta vez, una fuerza increíble inmovilizó a Cory contra el suelo y, haciendo lo imposible por intentar levantarse, no pudo impedir que Arami se pusiera delante de Niko. La niña, poniéndole una mano en la frente y sujetando con fuerza su cabeza, entró en su mente sin dejar el cuerpo de Linaly. Ya lo había hecho antes pero eso no quitaba que fuera complicado, sobre todo teniendo en cuenta que Niko trataba de zafarse y echarla de su mente a cada instante. Aún así, tras unos pocos minutos logró su objetivo y se apartó respirando fuertemente. Cansada, cayó al suelo y ambos hechizos dejaron de funcionar. Cory, al sentirse libre para levantarse, corrió hacia Niko esperando que no le hubiera hecho nada grave pero él no se movió. Cuando el viento dejó de impulsarle contra la pared, cayó al suelo con los ojos en blanco. Lo único que probaba que seguía vivo eran algunos espasmos ocasionales, provocados por "algo" que solo él podía ver en su mente. Mientras Cory trataba de ayudarlo y Valia se acercaba para ayudar, Celes fue al lado de Arami.

- ¿Qué cambios has hecho en su mente?- Preguntó el chico de ojos celestes en voz baja mientras la ayudaba a levantarse. Su intuición le decía que Niko estaba bien pero Arami no parecía tener la fuerza necesaria para ponerse de pie.

- Solo he deshecho todas las modificaciones que Nova le hizo. Debería de ser capaz de recordarlo todo en cuanto despierte.

- ¿Qué coño le has hecho?- Gritó a su vez Cory. Arami había respondido en un susurro así que no era de extrañar que, en su nerviosismo no la hubiera entendido.

- Está bien, por ahora los dos necesitan descansar. Venid por aquí.- Respondió Celes, ayudando a Arami a llegar hasta su cama y guiando el camino para los demás.

Siguiendo sus instrucciones, dejaron a Niko durmiendo en la cama que había pertenecido a Celes y fueron a la parte más alejada de la habitación para que, aunque continuaran hablando, no les molestaran. Ni Cory ni Valia querían dejarle a solas en la cama contigua a la de aquel demonio pero el joven confiaba en su hermano así que Cory accedió a regañadientes. Al llegar al otro lado de la habitación, la chica se apoyó contra la pared de brazos cruzados.

Celes, un mundo perfecto #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora