Once.

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Hola, siganme en ig, adiós.

@imbxnana

Ya mañana es el epílogo chao.

Yugyeom se paseaba por la sala, los nervios y la inseguridad le carcomían, no sabía si era buena idea de hacerlo pero no podía seguir ocultando la relación que tenía con Bambam además se lo había prometido

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Yugyeom se paseaba por la sala, los nervios y la inseguridad le carcomían, no sabía si era buena idea de hacerlo pero no podía seguir ocultando la relación que tenía con Bambam además se lo había prometido. Después del partido de Jaebum ambos habían tenido esa conversación desparramaban felicidad por dar ese siguiente paso pero cuando llego a casa, no pudo dormir bien por haber pensado las consecuencias.

Soltó un suspiro, mantuvo su mirada por unos segundos en el teléfono hasta que se acerco a este, lo tomo para después marcar el número de la casa de sus padres, sus manos sudaban.

─ ¿Hola?  ─ La voz de su mamá hizo que su corazón empezara a latir rápidamente, debía calmarse.

─ Mamá, soy yo, Yugyeom.

─ ¡Cariño! ─ Exclamo alegremente ─ ¿Cómo has estado? ¿todo bien en el instituto?

─ Si mamá, todo está bien ─ Contesto esbozando una sonrisa ─ Espero que ustedes también estén bien.

─ Lo estamos aunque te extrañamos ─ Dijo con una voz algo triste.

─ Yo también los extraño ─ Hizo una pequeña pausa para continuar ─ De echo, ¿mañana estarán ocupados?

─ No cariño, ¿por qué? 

Respiro profundamente para dejar salir el aire.

─ Quiero verlos, necesito algo que contarles.

Yugyeom movía sus pies inquieto, miraba la puerta de el café cada que se escuchaba la campanita que esta tenía pensando que una de esas personas podían ser sus padres

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Yugyeom movía sus pies inquieto, miraba la puerta de el café cada que se escuchaba la campanita que esta tenía pensando que una de esas personas podían ser sus padres. 

No había pedido nada, su nerviosismo le impedía tomar o comer lo que había en el menú del café. Volvió a escuchar la campanita de la puerta y fue cuando su corazón se detuvo.

Eran sus padres.

Su madre no tardo esbozar una sonrisa cálida que deseaba que mantuviera cuando le contase sobre la relación y detrás de ella venía su padre, un hombre sencillo pero de buen corazón.

Yugyeom se levantó de su asiento, abrazo a su madre el cual duro mucho extrañaba mucho a su bebé que ya no era más pero no le importaba, recibió igual a su padre, siempre fueron de mucho afecto.

Tomaron asiento, el nerviosismo que Yugyeom sentía se había esfumado.

─ ¿No pedirán nada? ─ Pregunto.

─ No, nosotros estamos llenos con el almuerzo ─ Contesto su padre con una sonrisa ─ Ya sabes como son las porciones que sirve tu mamá.

Los tres soltaron pequeñas carcajadas era bueno que hubiese alegría antes de una noticia. Pasaron las horas hablando sobre lo que han estado haciendo, sobre lo que su hijo ha estado haciendo, como ha estado estos meses que no se han visto desde que dejaron a su único hijo mayor vivir solo.

─ Mamá, papá tengo que decirles algo ─  Su voz sonaba seria.

─ ¿Qué sucede hijo? ─ Pregunto su padre.

Soltó un gran suspiro, era hora.

─ Tengo una relación ─ Declaro iba a continuar pero fue interrumpido.

─ ¡Me alegra cariño! ─ Exclamo su madre con felicidad ─ ¿Cómo se llama la afortunada?

─ De seguro es muy linda ─ Comento su padre.

¿Era normal que quisiese llorar?

─ No mamá, papá ─ Sus manos comenzaron a temblar ─ Antes, quiero que sepan, ustedes no hicieron nada malo al contrario me dieron el amor que todo hijo o hija obtiene, los quiero con todo mi corazón y por favor entiendan.

Sus padres lo miraban confundidos pero preocupados porque los ojos de su pequeño Yugyeom estaban cristalizados.

─ Soy Kim Yugyeom, su hijo, su bebé ─ Su voz sonaba entrecortada y las lágrimas no tardaron en salir ─ Estoy en una relación con un chico, uno maravilloso, diferente a los demás y se llama Bambam.

Sus padres se miraron entre si para ambos sonreír.

─ Yugyeom, cariño ─ Dijo su madre tomando sus manos dándole pequeñas caricias ─ Está bien, no importa con quien estés, puedes amar a quien tu quieras con tal de que te quieras a ti mismo, eres libre.

Yugyeom esbozo una sonrisa aún con las lágrimas caer, se sentía tan feliz.

─ Le doy la razón a tu mamá ─ Hablo su padre ─ No nos importará hijo, nosotros somos felices si tu lo eres pero siempre seras nuestro bebé, el que le gustaba salir de superhéroe en las obras del kinder, ¿recuerdas?

Yugyeom solo asintió.

─ Nos sentimos orgullosos de ti ─ Dijo su madre dejando caer pequeñas lágrimas.

Yugyeom se levanto de su asiento, extendiendo sus brazos para ser recibido con dos besos en las dos mejillas y un gran reconfortante abrazo.

Yugyeom se levanto de su asiento, extendiendo sus brazos para ser recibido con dos besos en las dos mejillas y un gran reconfortante abrazo

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─ Recuerden, mañana al mediodía.

─ Si cariño, no lo olvidaremos.

Mañana se verían de nuevo en un restaurante, un gran día en donde les va a presentar a su novio, Bambam.

─ Ya quiero conocerlo ─ Dijo su padre ansioso.

─ No eres el único cielo ─ Ambos unieron sus manos, moviéndose emocionados mientras sonreían.

─ ¡Mamá, papá! ─ Exclamo Yugyeom sintiendo sus mejillas enrojecer de la vergüenza.

Soltaron pequeñas carcajadas, el taxi había llegado, se despidieron de su hijo para después subirse e irse. Yugyeom saco su móvil para mandarle un texto a Bambam.

"Ve preparandote mañana"

Al terminar de escribir el texto, lo envió guardo el móvil en su bolsillo.

Después de todo había salido bien como esperaba fue un gran día.








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