Open Your Eyes 🍂Kookmin Pausado

"libros"- 02

Poco a poco siento como mi cuerpo me vuelve a pertenecer.

Las agujas que perforan mis músculos desaparecen.

Esa sensación de que abriré los ojos me deja una añoranza de despertar al fin.

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  -¿Me estás escuchando?

  -Ajá, ajá. Sí, sí. Continúa Ruby.

  -Entonces me sentí muy mal por ella. Sé que es mi amiga, pero yo no tengo la culpa de que su novio resultara ser un golpeador de mierda.

Jungkook asiente a cada afirmación como si se tratara de una conferencia a la que fingía poner atención.

  -Mmh.

  -Sí, ya sé que yo los presenté, pero.. ¿eso me hace culpable?

Los pechos de Ruby eran perfectos, bien acomodados, perfectamente redondos y suaves. Aunque eso último quedaba a imaginación de Jungkook.

  -¿Perdón, qué dijiste?

La cabeza de las enfermeras, la enfermera Bárbara, se asoma al área de descanso y salva a Jungkook de una posible bofetada de Ruby por no prestar el mínimo de atención a su muy importante plática sobre su muy querida amiga.

  -Jungkook te tengo un encargo.

  -Voy.

Hoy no se aparecería la señora Park, al menos no hasta la tarde. Jungkook debía limpiar esa habitación un poco y ¡Listo! ahí otro encargo en su hora de descanso.

Habitación 130.

Jungkook no había dejado de pensar en su desagradable encuentro con la señora Park.

Tampoco le pasaba desapercibida la pequeña charla con la señora Yun en cuanto al paciente que permanecía dormido desde hace 9 meses en esa cama.

Al entrar al cuarto puso más atención y percibió un rico olor a vainilla, de seguro era por la cantidad de velas que prendía la señora Park para ambientar y que no oliera tanto a antiséptico.

Un lindo detalle para su hijo.

Jungkook estaba por cerrar las persianas cuando una sonrisa se grabó en su boca al recordar como le habían gritado anteriormente por eso.

  -" ¡Necesita sol! " - arremedaba un tono de voz femenino.

Al darse vuelta se topó de nuevo con el chico de cabello oscuro, recostado.

Lucía tranquilo, casi como si estuviera dormido. Arropado y con sus manos reposando encima de su abdomen.

  -Cómo Blanca Nieves -pensó Jungkook.

Limpió con un trapo el poco polvo acumulado en una repisa y en la mesita nocturna, acomodó los floreros y no había nada más que hacer.

El baño anexo también estaba limpio y el cubo de basura vacío.

Era notorio lo mucho que se esmeraba la madre del chico con la limpieza.