" sorpresa " - 06

173 16 4
                                    

En el hospital

Él intentaba soltar las palabras que tenía atoradas en el nudo de su garganta.

Acomodó sus lentes en el puente de su nariz y revisó los papeles que traía entre sus manos nuevamente.

A lo largo de su profesión se había topado con todo tipo de escenarios, y había perdido mucha sensibilidad en el proceso; este era uno de ellos, uno de muchos otros. La única diferencia es que esta sería la segunda vez que tenía que darle malas noticias a la señora Park.

Al médico le preocupaba más que nada la reacción que tomaría en esta situación delicada. Aún cuando ella parecía estar calmada por el momento, no hacía otra cosa que no fuera masajear sus nudillos con clara señal de ansiedad.

Era lo que quedaba de ella después de terminar con su ataque de nervios solo para salir de casa y manejar hasta el hospital. No estaba pensando claramente, de un momento a otro ya estaba gritándole a Yun y atacandola con palabras sinsentido.

  -Señora Park... Chisoo.- la llamó por su nombre desde el otro lado de la habitación. -Tenemos que hablar urgentemente.

  -d-de acuerdo. - ella musitó.

.
.

Yun todavía sentía punzadas dentro de su pecho, y después de que Jungkook desapareció, regresó a su habitación a descansar.

Un corredor al fondo del pasillo guiaba a las escaleras de emergencia, tras la gruesa puerta y unos escalones más abajo Jungkook tomó asiento, esperando que ahí nadie fuera a molestarlo, al menos no en ese momento.

Trataba de controlarse, apagar un poco la intranquilidad que asaltó su al parecer calmada tarde. Todavia escuchaba los gritos de la descabellada madre de Jimin cerca de su oido, recordó sus palabras, y la imagen que tenia de ella era ahora mucho peor que antes. Jugueteó con el peluche que colgaba entre sus dedos para distraerse.

Al darle la vuelta vió su pequeña carita ensombrecida, parecía triste; Jungkook no pudo evitar sentir pena por él. No pudo entregárselo a Jimin.

Aunque de todas maneras no tenía obligación ni con él ni con nadie, no podía parar de preguntarse qué haría a partir de ahora. Debía cumplir al menos tres meses con su servicio y apenas terminó uno, así que tendría que seguir por ahí, de alguna manera podría verlo.

Aunque no supo cuando eso se había vuelto una prioridad. Sin siquiera notarlo poco a poco crecía dentro de sí la necesidad de verlo otra vez.
.
.

En... Wings.CO. (Empresa millonaria)

Los trajes hechos a la medida, las copas relucientes, las formalidades innecesarias.

El mejor empleado del departamento de finanzas, Park, lidiaba con eso. Estrechaba sus manos y mantenía conversación con burócratas y empresarios que no venian incluidos en su contrato de más de 20 años, decian ser serios pero al parecer les era importante discutir sobre palos de golf y presumir nuevas tarjetas de presentación.

El señor Park no compartía sus intereses, desgraciadamente era arrastrado a toda actividad de aquel grupo de colegas del trabajo, quisiera o no. Uno de ellos organizaba una reunión para invitarlos a salir, mientras hablaba, sintió su celular vibrar en su bolsillo.

Miro por debajo de la mesa. Era su esposa. Supo que debía contestar de inmediato. 

La conversación que tuvieron es innecesaria mencionarla. Èl supo de inmediato que se trataba de su hijo y salió con prisa, no sin antes despedirse educadamente de sus colegas con una media sonrisa y disculpándose por tener que retirarse.

Open Your Eyes 🍂Kookmin PausadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora