IV

1.9K 200 7
                                    

IV Un deseo de  pureza, o un deseo que es puro

Sé corrían rumores por el pueblo de que un chupa sangre corría por los bosques en la noche, de que si no hacían algo pronto atacaria al pueblo les devoraría ganado, que si no le era suficiente pronto iría por los niños, que destrozaria carne y huesos, sin dejar rastros de sangre alguna.

Los niños ya no jugaban por las noches, había un toque de queda, y de a poco se empezaba a considerar si debían empezar a sacrificar ganado para no ser ellos quienes fueran la comida de la bestia.

Era cierto que está una aldea con variedad de razas cambia forma, como lobos, felinos hasta algunos osos, conocían la existencia de los vampiros, no tenían una buena experiencia con ellos, seres que sólo buscaban alimentarse y dejaban desiertas aldeas completas, eran los rumores ciertos de que más de una vez esto había ocurrido, pero pocos eran los que lo confirmaban con la verdadera información de que aquellas leyendas sólo eran simples vampiros de una categoría baja o que en algún momento fueron humanos.

Lo que nadie sabía era que ese joven rubio que derretía corazones a las jóvenes con su belleza exótica y amabilidad, era el mismo ser que dejaba liebres o javalies sin una gota de vida, nadie sospechaba de el, al ser un vampiro de la realeza liberaba feromonas igual como lo hacían los cambiaforma este al ser hijo de vampiros si podían tener un calor propio.

Le era tan bello aquel lugar, tantos aromas, colores, tipo de gente, aquel calor que te daban sin conocerte hace mucho te daba la confianza de que siempre estarán para darte una mano.

Una noche de desesperación se venía cada vez peor, tenía miedo de ser descubierto, evitaba cazar lo que más pudiera, pero el hambre estaba crecimiento dentro de el con el miedo consumiéndolo en una simple espera del punto en que  su cuerpo sea insaciable.

— no deberías retenerlo de esa forma, con los siglos que llevas viviendo sería lo más normal que ya lo supieras.—

— claro que lo se . . . Pero por mi culpa ahora no duermen tranquilos — sus manos temblaban y el frío por primera vez lo carcomia como nunca lo había sentido.

-- con esos bellos deseos te niegas a hacer algo que es natural para sobrevivir en tu raza, si es que son sinceros aquellos deseos con mucho gusto te dejaria beber de mi. —

-- No seas absurdo, tu sabes a lo que conlleva beber directo de tu piel, y teniendo tan gloriosa sangre corriendo en ti no te solitaria hasta dejarte sin aliento.—

--  . .  ¿por qué no lo probamos? . .  —

-- seguro en otra vida fuiste un sucubo—

Aquamarina. AU Mikayuu. Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora