Aquamarina. AU Mikayuu. Editando

Extra.

"Perdóname por lo que hice .. pero ahora debes correr"

Fueron las últimas  palabras que escuchó de parte de su hermana al encerrarlo en la habitación cuando escucharon como la puerta era forcejeada entre gritos y el calor que inundada sus pulmones derritiéndolos desde adentró. El ya no tan pequeño cachorro de cambia formas corria entre el fuego que carcomía la aldea donde había nacido, como aquellos asquerosos seres de barba, llamados a si mismo como perfectos.

"¡Corre .. !

Esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza entre gimoteos y gruñidos que salían con solo respirar de aquel  pequeño cuerpo, esquivando las balas que atacaban a su patas traseras con velocidad, sin salvarse completamente de quedar lastimado, el sacrifico de su hermana no sería desperdiciado, no importaba que doliera si aquellos rasguños no eran nada comparado con lo que le hacían a aquellos que sus gritos llegaban a sus oídos aún cuando él ya estaba en la profundidad del bosque.

"¡Corre! .. y no olvides cuanto te amo.."

Un sentimiento tan intenso que dos personas sienten por igual el uno por el otro, un sentimiento único entre ellos que aunque no es amor tampoco es odio, algo muy difícil de formar, un momento único y una simple mirada compartida puede enlazar a dos personas por el resto de sus días y hasta otras vidas.

No todos los finales son felices, no todas las personas sobreviven hasta el final de cada historia de vida, no todas las personas aman con todo su ser y no todos son amados como quieren, pero el dejarse morir no es tan fácil, todos mueren por una razón, cuando sus metas están cumplidas o sacrifican sus vidas por algo, nadie se rinde, nadie se cansa, porque dejarse morir sea porque das tu vida o tú mismo la arrebatas siempre tiene una razón, sean sus metas cumplidas o no, la valentía de dejar tu cuerpo, nadie ve que por la angustia de no volver a ver a esa persona, uno de tristeza no llora, siempre está el responsable de esas lágrimas sean de felicidad, pena o lastima.

Pensar que lo más bello de este mundo es lo que más te puede hacer sufrir, lo que a falta de este hace una herida que solo él mismo puede curar. El amor, algo tan bello y lleno de crueldad a la vez, algo tan grátificante como también lo más frustrante que podrás encontrar, algo que la mayoría sueña alguna vez en su vida y que todos alguna vez han sentido, sienten o sentirán aunque sea por una milésima de segundo. Amor de quien te a visto crecer, de un hermano compartan o no sangre, amor que surge de una amistad,  cualquiera de aquellos que llenan tanto tu corazón de angustia para dar tu vida por salvarle. Que tan bello puede llegar a ser, que tan poco valorado es, pero aunque te disguste siempre llegara a ti.

Sus piernas ya no resistirían para dar un solo paso más, la sangre se escapaba de su cuerpo por todos esos agujeros de balas que lo habían atravesado, sus patas delanteras cargaban a rastras todo el peso de su cuerpo, su vista siendo nublada por las lágrimas de dolor se acumulaban con cada rasguño extra que recibía o con un simple roce en las heridas a carne abierta, se repetía constantemente la voz de su único familiar que tenía esperanzas de pensar que aún continuaba con vida, un inútil intento por obligarse a sí mismo a lograr continuar.

En el bosque solo se escuchan los crueles sollozos de un cachorro, entre la fluidez del sonido del agua cercana, el choque de las olas al caer en el suelo y la variedad de animales que habitaban las tierras sin explotación. Sus brazos no resistirían más cuando con desesperación intentó levantar la cabeza de la tierra al escuchar como por entre el camino cercano que pasaba a la ladera del río las pesuñas  de los caballos se hacían presentes con tal ferocidad que podría jurar que podría escuchar al suelo quejarse.