Cap 9. Distante.

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-Bueno... yo...- se nota que está nervioso.- Me preguntaba si te apetecería salir algún día conmigo- dice y baja la mirada y yo me sorprendo. Eso no me lo esperaba.

Josh y yo nunca hemos hablado de otra cosa que no fueran los deberes, exámenes o apuntes. Es buen chico, lo sé por como se comporta en clase. Es amable, educado, responsable y aunque no lo creáis también es popular. Sí, es raro, o al menos para mí, que un chico tan bueno como él sea un popular, pero la verdad no me importa mucho. Esa popularidad le viene de que es jugador del equipo de fútbol del instituto. Físicamente, la verdad, no me he fijado mucho. Ahora que lo tengo delante me doy cuenta de que es mi tipo. Es un poco más alto que yo, pelo castaño claro y ojos totalmente negros.

-¿Bueno, qué dices?- dice sacándome de mis pensamientos.

-Emm... no sé- digo, la verdad, no sé si aceptar.

-Por favor. Llevo tiempo queriendo pedirte una cita y me ha costado mucho, por favor no me rechaces. Solo será dar una vuelta, nada más y nada menos- dice y me mira con ojos de súplica.

-Vale, acepto- digo. ¿Por qué no? Llevo unos días estresantes me vendrá desconectar, además se nota que le ha costado pedírmelo, no quiero hacerle el feo.

-Genial, gracias.

-No hay que darlas. ¿Cuándo sería?- le pregunto.

-¿Te va bien este viernes?- me pregunta.

-Sí- le respondo.

-Bien, pues entonces este viernes, ¿a las 17?

-Sí, genial- digo y le dedico una sonrisa.

-Bien, adiós Lau- dice y se da la vuelta para irse.

-Adiós, Josh- le digo y cierro la puerta.

Me doy la vuelta y me encuentro con Luke y Ross, los que seguramente no se han movido durante toda mi conversación con Josh.

-¿Qué?- les digo a los dos.

-Nada- digo Ross frío y sube las escaleras.

-Tienes una cita- dice y Luke. Desvío la mira de las escaleras, por dónde se había ido Ross, y la fijo en Luke.

-Por lo que veo sí- digo restándole importancia.

-¿Has visto cómo se ha puesto Ross?- dice después de unos segundos de silencio.

-Sí, bueno seguramente se ha acordado de algo que le ha hecho enfadar, ya se le pasara- digo inocentemente.

-Ya, me da a mí que no ha sido eso- dice Luke.

-¿Entonces?- pregunto.

-Creo que alguien está celoso- dice y mueve las cejas de arriba abajo, unos cuantas veces.

-No digas idioteces.

-No son idioteces, es la verdad.

-Ya, ya, claro- digo sarcásticamente.- Si lo llego a saber no te cuento lo del beso. Ahora me vas a estar molestando todo el día con cosas como estas- digo susurrando para que solo él me escuche.

-Oh vamos, ni que tú me lo hubieras dicho voluntariamente. Te he pillado la mentira y te he exigido que me lo contaras- dice y tiene razón, pero no se la voy a dar, ante todo orgullo.

No le respondo y empiezo a subir las escaleras.

-Quien calla otorga- dice Luke desde la entrada.

-Quiin cilli itirgi- digo como niña pequeña.

-Inmadura- dice Luke mientras se ríe.

-Inmidiri- vuelvo a decir como niña pequeña.

Escucho su risa antes de cerrar la puerta de mi habitación. El resto de la tarde pasó rápido. Hice ejercicio y leí unos capítulos de mi libro. Sobre las 19 me doy una ducha de una hora y cuando salgo me pongo el pijama y me vuelvo a la habitación. Me siento en el sofá a mirar Instagram cuando me interrumpe el sonido de la puerta. Miro la hora y son las 21, faltaba poco para que mi padre llegara.

-Adelante- digo y bloqueo mi móvil.

-Cariño, ya he llegado- dice mi madre desde la puerta.

-No fastidies, pensaba que eras un holograma- digo sarcástica.

-Ja, ja, qué graciosa- dice ella también sarcástica.

-¿A qué sí? ¿De quién lo habré aprendido?- digo con una sonrisa.

-De mí no y de tu padre menos. Saliste así hija. Amante de los libros, pero sarcástica- dice mi padre resaltando algo bueno y después algo malo.

-Gracias, para mí las dos cosas son un cumplido- digo con una gran sonrisa.

-Eres imposible, hija- dice rodando los ojos. Yo solo me rio.- Bueno, a lo que venía, voy a hacer la cena, en cinco minutos te quiero abajo, sarcasmo andante.

-Vale- digo riendo ante el apodo. No es la primera vez que me lo dice, pero aun así me sigue haciendo gracia.

A los cinco minutos bajo y entro a la cocina. Mi hermano ya está sentando en la mesa con el plato servido y mi madre le está sirviendo a Ross. Estoy en la puerta de la cocina cuando se escucha la puerta principal cerrarse. Mi padre. Tras escasos segundos la puerta de la cocina, que tengo detrás, se abre y aparece mi padre.

-Hola, chicos- dice a todos pero sobre todo a Nick y Ross.

-Hola- dicen estos dos.

Da un paso y me besa la coronilla.- Hola clon- me dice. Me llama clon porque siempre me dicen que soy clava a mi padre en el carácter. Soy una mini-Diego, así se llama mi padre, pero con sarcasmo.

-Hola-le digo.

-Hola, cariño- le dice a mi madre para después darle un corto beso en los labios.

-Iugh- decimos Nick y yo a la vez. No nos gusta ver a nuestros padres besarse.

-Callaros y a comer. Laura ven que te sirvo- dice mi madre y yo me acerco. Cojo un plato y se lo pongo al lado para que me sirva la cena. Con mi plato me dirijo a la mesa y me siento en mi sitio.

La cena transcurre normal, entre charlas sobre las clases y sobre deportes. Soy la primera en acabar así que dejo mi plato en el fregadero y salgo de la cocina. Estoy subiendo las escaleras por el lado de la pared. Por el otro lado veo subir a Ross corriendo.

-Ross- le llamo para que se pare, cosa que sirve, ya que se para en seco.

-¿Qué?- pregunta secamente sin darse la vuelta.

-¿Estás bien?- no lo he parado para preguntar eso, pero después de como me ha hablado tenía que preguntarlo.

-Sí- dice y vuelve a caminar hasta la puerta de su habitación.

-Ross- lo vuelvo a llamar y él se vuelve a parar.

-¿Qué coño quieres?- dice enfadado.

-Solo quería saber cuando tiene la cita mi hermano, pero veo que no estás de humor así solo déjalo- digo y me voy hacia la puerta de mi habitación.

-Espera- dice Ross, pero no me doy la vuelta.

-¿Qué?- digo bajo.

-El sábado a las 17- dice en tono normal.

-Gracias- digo sin darme la vuelta. Abro la puerta, entro y la cierro con el pie.

¿Por qué te ha hablado tan borde?

No lo sé. A lo mejor tiene algún problema.

¿Y no crees que ya te lo hubiese contado? Eres su mejor amiga.

A lo mejor no me quiere preocupar.

¿Y si Luke tiene razón?

¿Luke?

Sí, Luke. Sobre que Ross está celoso.

¿En serio, tú también conciencia?

Yo solo he preguntado, ahora que le creas a Luke es cosa tuya.

Pues claro que no le creo. Ross no está celoso, está con Abby y yo no le gusto.

Vale como tú digas.

Sí, como yo diga.

Después de esta charla tan amistosa-que se note el sarcasmo- con mi conciencia, cojo el libro que estaba leyendo y me recuesto en la cama. Solo con la luz de la lamparita de noche me sumerjo en el libro. Después de no sé cuantos capítulos, cierro el libro y lo dejo encima del sofá. Cojo mi móvil y me fijo en que son las 23:22. Dejo el móvil donde estaba y abro la cama. Me meto entre las sábanas y apago la lamparita. Después de unos minutos caigo en los brazos de Morfeo.

Tormenta de sentimientos (Raura) || 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora