Tormenta de sentimientos (Raura) || 2019

Cap 10. Cita.

El resto del jueves me la pasé en mi habitación. Me dormí pronto mientras leía en el sofá. Nos sé, pero me desperté en mi cama. Desayune, me vestí y me fui a clase. Las clases se me pasaron rápido y aquí estamos en mi habitación. Son las 16:30 y ya estoy lista para mi cita.

Falta solo media hora para mi cita y no sé por qué pero estoy nerviosa.

¿Será porque nunca has tenido una cita?

Sí que he tenido, lista.

¿En serio?

Vale, no, nunca he tenido una cita. Para qué te voy a engañar si tú ya lo sabes, al fin y al cabo eres una parte de mí.

El sonido de la puerta me saca de mi conversación con... conmigo misma. Miro el móvil y veo que son las 17. Abro la puerta de mi habitación y antes de bajar digo:

-Es para mí- digo para que no vaya a abrir.

Cierro la puerta de mi habitación y bajo las escaleras. A la mitad de ellas fijo mi mirada en la puerta y veo a Ross hablando con Josh, por lo que veo no me ha hecho caso cuando he dicho que era para mí.

-¿Está Laura?- dice Josh desde la puerta.

-Estoy aquí- digo y Josh fija la mirada en mí. Ross se gira y me mira de arriba abajo.

-Estás muy guapa.- Le dedico una sonrisa mientras me acerco a la puerta, donde está él.

-Gracias, tú también estás muy guapo- le digo viéndole de arriba abajo. Iba vestido con unos tejanos azules claros, una camisa negra y unas converse del mismo color.

-¿Lista?- me pregunta.

-Sí- le respondo. Josh se da la vuelta y empieza a caminar, yo le sigo. Nada más salir por la puerta me giro y veo a Ross con la cara seria.

-Adiós Ross- le digo. Él no me dijo nada así que me gire y camine hasta llegar al lado de Josh. Unos pasos después de salir de la entrada del caminito se escucha el portazo de la puerta al cerrarse. Nos giramos a mirar la puerta y después nos miramos para después seguir caminando.

-¿Y a dónde vamos?- le pregunté, ya que no me había dicho los planes para hoy.

-Sorpresa- me dice Josh.

-Oh vamos, dame una pista al menos- le pido.

-Agua.

-¿Agua?- le miro extrañada y él solo suelta una pequeña risa.

-Ya lo verás- me dice sonriendo.

Caminamos durante 10 minutos más. Paramos enfrente de una casa preciosa.

-¿Este es el sitio sorpresa?- le pregunto confundida.

-No, esta es mi casa. Tengo que coger una cosa para nuestra cita y nos vamos.

-Aah, vale. Es preciosa- digo mirando la casa.

-Gracias. Espera aquí, no tardo- dice Josh mientras se dirige a la puerta. Abre y entra, pero antes se gira y me dedica una sonrisa que yo le devuelvo.

A los 5 minutos sale con una cesta en la mano. Cierra la puerta y se dirige hacia dónde estoy.

-Ya está. Siento haber tardado, mis padres me han entretenido- se disculpa.

-No pasa nada- le digo.

-Bueno, vamos.

-¿Falta mucho?- le pregunto, la intriga me está matando.

-Sí, tranquila- me dice con una sonrisa.

5 minutos después llegamos al Parque MacArthur.

-Ya hemos llegado- dice Josh.- Sé que hay mucha gente y que no vamos a tener privacidad ni tranquilidad, pero...- dice pero le interrumpo.

-No pasa nada, este sitio es precioso. Da igual que haya mucha gente, es normal, es uno de los parques más famosos de Los Ángeles.

-Es mi parque favorito- dice mientras observa a su alrededor.

-Es precioso- digo mientras, como él, observo el paisaje de mi alrededor.

-Como tú- dice y le miro. Al instante sonrío y bajo la mirada.

-Bueno, ven, sígueme- me agarra de la mano y me lleva hasta la zona del césped.

Cuando llegamos, Josh, deja la cesta en el suelo y se agacha para abrirla. De ella saca un mantel y lo extiende en el suelo.

-Tome asiento, señorita- me dice caballerosamente.

-Será un placer- digo mientras mi siento encima del mantel. Al instante él se sienta a mi lado.

-¿Tienes hambre?- me pregunta.

-Un poco- le respondo.

Se gira para abrir la cesta, lo que saca me sorprende. Saca 4 platos envueltos el papel de aluminio, dos vasos y una botella de coca-cola zero, mi favorita.

-Sí que vienes preparado- le digo riendo.

-Quería que todo fuera perfecto y sin comida eso no es posible- dice también riendo.

-Toda la razón- digo yo.- Y bueno, ¿qué hay para merendar?

-Como no sabía si preferías dulce o salado...- dice dejando la frase sin acabar y destapando los 4 platos.- He traído dos platos de cada.

Hay dos platos con comida dulce y otros dos con comida salada. En la categoría de dulce: en el primer plato hay croissants pequeños de chocolate blanco y en el segundo croissants pequeños de chocolate con leche. En la categoría de salado: en el primer plato había mini-bocatas de toda clase de embutidos como jamón, salchichón... y en el segundo unas mini-hamburguesas con queso.

Abro mi boca del asombro que parece que se me va a desencajar la mandíbula. Josh me mira y me dice:

-¿No me digas que no te gusta nada de esto?- sigo en shock, no dejo de pensar en cuanto tiempo tuvo que tardar en preparar todo esto.- Sabía que la iba a cag...

-No, no es eso- le interrumpo.- Es que... has tenido que tardar mucho en preparar todo esto.

-En realidad no, me ha ayudado mi madre. Mientras yo hacía los croissants ell...-dice, pero le vuelvo a interrumpir.

-Espera, espera... ¿Tú has hecho los croissants?- le pregunto, él asiente.- Pensaba que los habías comprado- negó con la cabeza.- Wow.

-¿Entonces, te gusta todo esto?- me pregunta.

-Pues claro- digo sonriendo.

-¿Y qué va a querer la señorita?- me dice y yo suelto una pequeña risa.- ¿Dulce o salado?

-¿Por qué no ambos?- digo y le sonrío- Primero lo salado y después lo dulce.

-Por mí, genial.

Lo primero que comenzamos devorar son los mini-bocadillo y después las hamburguesas, todo eso acompañado de la coca-cola. Cuando acabamos con los saldos comenzamos con los dulces. En menos de 10 minutos ya no hay rastro de los croissants, os puedo asegurar que son los mejores que he probado en mi vida.

-Arriba, vamos- me dice Josh mientras se levanta y me tiende una mano para ayudarme a levantarme.

-¿A dónde?- pregunto mientras me levanto con su ayuda.

-Vamos a dar un paseo por aquí y luego ya lo verás- me dice dejándome con la intriga.

-Dímelo, pliis- le pido.

-No, es sorpresa- dice mientras empieza a recoger todo lo del pícnic. Me agacho y le ayudo.

-No hace falta que me ayudes- me dice.

-Es lo menos que puedo hacer- le digo.

Cuando acabamos de recoger comenzamos a caminar cerca del agua del estanque. Mientras paseamos hablamos, reímos y nos contamos anécdotas de cuando éramos pequeños.

-...y me tiraron al agua- acaba su anécdota y yo suelto una carcajada.

-No me puedo creer que te tiraran si hacía 10 bajo cero- digo mientras rio.

-Pues lo hicieron- me dice.

-Vaya hermanos que tienes.

-Bueno ellos tampoco se libran- me dice y nos volvemos a reír.

Cuando la risa cesa nos quedamos un rato en silencio.

-Es hora de la sorpresa- me dice y le miro con ilusión. La verdad es que me moría de ganas por saber que era.

-Ven- dice y me coge de la mano. Caminamos entre las calles hasta llegar a la entrada de un cine.- Aquí está tu sorpresa.

-¿Qué vamos a ver?- le pregunto mientras miro la cartelera.

-La que tú quieras- al decir eso le miro.

-¿En serio?- digo con una sonrisa.

-Sí, yo invito- dice.

-Bien, vamos a ver- digo mientras veo todas las películas.- Ya está, ya sé cuál.

-¿Cuál?- me pregunta.

-Esta- digo mientras señalo el cartel de la película.- Amor a medianoche.

-Pues esa será- me dice y nos dirigimos a por las entradas.

-Me encanta este cine, ponen películas de cualquier año.

-A mí también me encanta eso- dice mientras esperamos en la cola.

Cuando nos atienden Josh pide dos entradas y una de palomitas dulces para mí y otras saladas para él. Las dulces son mis favoritas, ojalá pudiera hacerlas en casa. Aunque las palomitas saladas con extra de sal que hago en casa no están mal.

Vamos a la sala de la película y nos sentamos en la fila y asiento correspondiente. Fila 8 butacas 4 y 6, obviamente están juntas, ya que en un lado están los números pares y en el otro los impares. Mientras esperamos a que empiece la película nos ponemos a hablar.

-¿Qué prefieres películas románticas o de acción?- le pregunté.

-Acción- me responde.- ¿Y tú?

-Románticas- le respondo.- ¿De comedia o de acción?

-De acción. ¿Y tú?

-Acción- le digo y las luces se empiezan a apagar.- Ya empieza.

No obtengo respuesta, ya que la película comienza y eso acaba con nuestra conversación.

Después de 1 hora y 35 minutos de película, y de llorar muchísimo, salimos de la sala. Cuando salimos Josh se fija en mi cara y se da cuenta de que sigo llorando.

-No llores por favor- dice mientras me limpia las lágrimas de mis mejillas.- No me gusta verte llorar.

-Es que no lo puedo evitar, no tenía que haber acabado así- digo intentando dejar de llorar. Gracias a dios lo consigo.

Ya más calmada cojo mi teléfono y veo que son las 20:45. Suerte que es viernes y mi madre me deja llegar más tarde. Aun así ya estaba cansada y me quería ir a casa. El sonido de mi estómago interrumpe mis pensamientos.

-¿Tienes hambre?- me pregunta Josh.

-Sí, pero ya comeré algo en casa- le respondo.

-Venga vamos a comer algo- dice mientras mi coge de la mano y empieza.

-No es necesario en serio, ya te has gastado mucho dinero hoy.

-No digas tonterías, no ha sido tanto.