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Desde hace días Craig estuvo vigilando a Tweek, al principio solo era “Casualmente ” pero eso fue incrementando hasta el punto de saberse sus horarios, amigos y incluso lugares que frecuentaba.

Iba detrás del rubio, quién miraba distraídamente su teléfono que sin querer chocó contra una chica, Craig no conocía a la joven, pero la mirada que le dedicaba al rubio.. Oh, esa perra se estaba interesando en su futura esposa.

Vió que el rubio se disculpó con la chica. Quién sonrojada aceptó las disculpas y se fué de ahí suspirando, sin saber que no volvería a ver la luz del día.

No le fué difícil acabar con ella, cuando pasó por una calle que no era muy frecuentada, aprovechó para golpearla con una piedra para dejarla inconsciente, sin cuidado arrastró el cuerpo hasta un callejón dónde con una navaja suiza hizo unos cortes en las muñecas de la joven, y se fue de ahí como si nada.

Al día siguiente encontraron el cuerpo de la muchacha, se pensó que se había suicidado, a él no le importaba en lo absoluto a quién tuviera que acabar para obtener al rubio, y claro que iba a ir arrasando con cualquier persona que mirara a Tweek como pareja.

Iba con una sonrisa en sus labios, fué directo a la cafetería de los padres del rubio y entró como Pedro a su casa.

-Hola Craig, ¿Qué vas a llevar hoy? -El rubio de sus sueños atendió su orden, aunque solo fue un café negro, y es que. Aunque no era muy fanático del café, por su rubia pasiva, se comía un tarro de café a cucharadas.

-Un café negro, por favor, Hon.. Tweekers. -Dirigió su mirada hacia el ventanal a su lado, el rubio ladeó su cabeza y se fué a hacer su pedido.

Recargó su cabeza en su mano mientras esperaba, se puso a pensar, debía ser más discreto con lo que hacía y es que no solo esa chica había sido víctima, también uno que otro pendejo que intentaba tocar al la pequeña pasiva terminaba mal. En otras palabras, tocas a la futura Sra Tucker y terminas morido. (?

La suave voz del chico de iris azules con degradado amarillos llamó su atención, posó sus verdes ojos en el rubio tembloroso, sus miradas chocaron, Verde con amarillo, azul con amarillo se dejaron notar esa extraña conexión con este último color.

-Toma, perdona si t-tardé. -El blondo le extendió la humeante taza al pelinegro y este la acepto, dedicándole una sonrisa nada común de él.

-En realidad no tardaste, gracias Tweekers, aunque me he estado preguntando algo. -Dijo tranquilamente el pelinegro mientras se recargaba en el vidrio del ventanal a su lado.

-E-Este.. Pregunta lo que quieras. -Respondió el rubio mientras observaba al chico con sus grandes ojos bicolor.

-Bueno.. Me preguntaba si querías salir a algún lado. -Soltó el chico de chullo azul mientras desviaba su mirada hacia otro lado.

-Oh.. Claro. ¿C-Cuando sería? -Preguntó la pasiva rubia.

-Este sábado, si lo tienes libre. -Aunque sabía que ese día el rubio no trabajaba, igual le preguntó. Ya tenía todo fríamente calculado por si elegía un día u otro.

-De acuerdo. Mgh.. ¿Te parece a las 3?-Tweek miró a Craig pensarlo para después escuchar su respuesta.

-Me parece perfecto entonces, el sábado a las 3, nos vemos aquí. -El rubio solo asintió y se comenzó a alejar pero antes de que diera 3 pasos, el pelinegro tomó su mano.

-Te paso mi número para llamarte. -Anoto algo en un papel y se lo entregó al rubio, para por fin verlo alejarse, por supuesto, mirando lo que se iba a comer después mientras le dedicaba una sonrisa lasciva.

Mi mamá me decía que no jugara con los encendedores... Terminé incendiando el bote de basura.

Cariño.~ [YandereCraig] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora