Cariño.~ [YandereCraig]

O

Caminaron por las calles mirando ocasionalmente a Tweek y a Craig, miraban la dulzura con la que el pelinegro trataba al rubio, si lo vieran nadie creería todo lo que el pelinegro había hecho.

Miraron como llamaban al teléfono del rubio y como este se despedía el pelinegro para irse, dejándolo ahí, lo siguieron espiando hasta que de un momento a otro apretó sus puños, caminando hacia otra dirección.

¿Lo seguimos?—Kenny volteó a ver a su pareja, mirando como este se quedaba viendo por dónde se había ido Craig.

No..mejor no hay que interferir..no es que no me preocupe por Tweek, a decir verdad..no veo a Craig capaz de dañarlo..en serio no quisiera que tuviéramos problemas con Craig, tú viste lo qué ocurrió con David..—Butters apretó sus puños, bajando su mirada mientras caminaba hacia su casa siendo seguido por Kenny.

¿A qué te refieres?, Sabes que te apoyo en todo, pero no puedo permitir que Craig siga haciendo daño.—El más alto agarró la mano del contrario, parandolo mientras lo veía con seriedad.

Hay posibilidades de que él haya sido quién asesinó a David, ¿Qué hizo David? Probablemente nada, no quiero estár cerca de Craig, y no hay nadie que pueda ayudarnos.—Leopold miró con tristeza al chico frente a él, dejando de caminar mientras dejaba escapar algunas lágrimas de frustración.

Al escuchar eso algo pareció haber dado “click” en la cabeza de McCormick, agarrando la mano de Stotch para empezar a caminar hacia alguna dirección, el rubio más bajo solo seguía los pasos de su novio confundido por su cambio de actitud.

Siguieron caminando aproximadamente unos quince o diez minutos hasta que llegaron a una casa color verde musgo, Butters vió la casa confundido intentando recordar a quién pertenecía, viendo cómo Kenneth se acercaba a tocar.

¿Estás seguro de contarle a alguien más?—Vió con seriedad a su pareja, mientras Kenny se volteaba para verlo con la misma seriedad.

Un chico de sweater anaranjado y ushanka verde abrió la puerta, mirando al par de rubios con una de sus cejas arqueadas, extrañado por la seriedad que sus caras demostraban.

¿Qué tienen?—El pelirrojo siguió mirándolos mientras ladeaba un poco su cabeza a señal de confusión, invitándolos a pasar sin dejar de mirarlos.

Llegaron a la sala donde se encontraron a Stan sentado en el sofá mientras comía bombones y veía la televisión, quién al verlos pasar los vio con rareza.

¿Qué pasa?—El pelinegro se acomodó en su lugar, dejando su razón de bombones a un lado para prestarles total atención.

Hay algo que queremos hablar con ustedes..