A la mañana siguiente, me desperté media hora más tarde de lo habitual, era sábado por lo que no teníamos clase.
Cuando me disponía a bajar al Gran Comedor, Rowan se despertó.
-¡Buenos días Cris!- ¿A qué hora llegaste ayer? No te vi entrar
-Pues cuando por fin terminamos de limpiar el baño del tercer piso, ya sabes, sin usar la magia.En cuanto Rowan estuvo lista bajamos a desayunar en seguida.
Nos dirigimos a la mesa de Gryffindor.
-¡Buenos días Ben!- dije al mismo tiempo que me sentaba
-¡Hola!- respondió él entusiasmado- ¿Qué tal habéis dormido?
-Bien- respondió Rowan mientras se servía gachas de avena en su cuencoDe pronto la puerta del Gran Comedor se abrió, y cruzaron por ella unas dos docenas de lechuzas aproximadamente
Rowan miraba hacia el techo en busca de Feellor, su lechuza parda, pero no parecía estar por allí.
Una de las lechuzas, de un color marrón casi ceniza, dejó caer un sobre que acabó dentro de mi plato.
Lo cogí, supuse que sería de mis padres.
Al abrirlo, reconocí inmediatamente la letra de mi padre, que decía:
"Querida hija:
¿Cómo lo estás pasando allí?
Espero que te estés esforzando mucho, bueno, ya sabes que yo no estoy muy familiarizado con la magia, esa era tu madre."-¿Era?- me pregunté para adentro
"Verás, lo que tengo que decirte te va a resultar muy duro."
No quise continuar leyendo, de repente, los ojos se me inundaron de lágrimas y lo único que se me ocurrió fue levantarme y salir de allí lo antes posible.
-¿Cristina qué ocurre?- preguntaba Rowan a gritos
Pero su pregunta no fue respondida, al menos en ese momento.
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Expecto Patronum
FantasiCristina Cullen es una bruja de sangre mestiza. Fruto del amor entre un muggle y una bruja que le enseñó casi todos los secretos del mundo mágico. Once años después, Cristina recibe su esperadísima carta de admisión de Hogwarts. Muy ilusionada, esta...