Krensfeel

Jonh Carter

- valla! Supongo que tus superiores se cansaron de que este metiendo mis narices en sus asuntos, verdad? Ya me parecía extraño que me dejen pasar así como así- se detiene, me observa detenidamente y luego sonrie - es sorprendente que justamente a ti hallan mando a eliminarme, que irónico-

Un hombre mayor está parado frente a mí, su postura es firme y hasta podría decirse que llega a intimidar, en su brazo izquierdo lleva tres marcas tatuadas, señal de que es un viejo miembro de un grupo antiguo que permanece extinto, lleva un uniforme negro, típico de cazador. Jonh Carter me observa atento a cualquiera de mis movimientos, listo para atacar.

- no te preocupes solo me veras una sola vez, puedes irte siempre y cuando no vuelvas, ahora si tú decisión es luchar para quedarte, no me opongo -

Su semblante serio cambia y me muestra una ligera sonrisa, él no deja de estudiarme, no habla por lo cual entiendo que no piensa ir a ninguna parte, se mantiene callado y da dos pasos hacia mi, esto me hace ponerme alerta a sus movimientos, debo cumplir mi misión.

- es como si estuviera hablando nuevamente con Iasack, eres exactamente igual a él, la única diferencia es que tienes los ojos y el carácter de tu madre- su cabeza se inclina hacia la derecha y vuelve a sonreír.

Puedo sentí algo vibrar en mi interior, una amargura me recorre la garganta al escucharlo hablar de ellos, yo no soy ellos, decido dar el primer golpe y mi puño impacta en su mejilla derecha, en cuanto hago el amago de repetir mi acto me freno, su ojo derecho se torna verde y el izquierdo pasa a ser gris, ya no hay rastro del hombre con el que acabo de interactuar. Mi piel se me eriza en cuanto veo lo que hay en frente de mí. Jonh no es un simple humano más, él proviene de Thornex.

He escuchado de ellos, son capaces de obtener una velocidad exactamente igual o más que la luz, su olfato es capaz de alcanzar kilómetros y su visión puede llegar ser tan perfecta y clara que no podrías moverte ni un centímetro que ya te tiene entre sus manos. Son inteligentes, astutos y ágiles. Debo pensar y actuar muy bien en este momento.

- Thornex- él me sonríe, la única diferencia ahora es que me observa con cariño, extraño en cierto modo, me acaba de mostrar su naturaleza y su sonrisa solo provoca escalofríos.

- si tu miedo es que te mate, entonces no lo haré, después de todo tienes sangre Loredex, eres sangre de nuestra queridísima Mía- La sola mención de mi madre me remueve el estómago, el hecho de que me compare y hablé tan naturalmente como si ellos fueran parte de él, me molesta.

- Tu eres una escoria que los Jefes prefieren muerto, no tienes el derecho de hablar de mí como si me conocieras y mis padres no son asunto tuyo, ellos están dónde están porque ellos se lo buscaron- Mi voz suena fría y dura, pero él solo desaparece y entonces todo queda en silencio, solo se siente una pequeña brisa. Me quedo observando el lugar donde estuvo y con un malestar inquietante, esto está mal, no debo perder los estribos, no debo dejar que me ganen los sentimientos.

En cuanto me informaron del momento exacto y el lugar en el que él se encontraría, solo acepté la misión y me diriji a cumplirla, es algo extraño que sea en estos lugares tan abiertos, siempre son en lugares cerrados como edificios abandonados y destruidos.

Hay algo en Carter que no está bien, no es una escoria más como los que me mandan a matar a diario, esto es un asunto interno de los jefes, uno que me puede llegar a perjudicar y estoy seguro de que no saldré ileso de esto.