CAPÍTULO☆4☆

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EL ENCUENTRO

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EL ENCUENTRO

ORIÓN:

Después encontrarme con Zoe la chica de la cafetería que por cierto es muy linda y sociable y que además está en mi clase lo que es mejor aún ya que tengo una amiga con quien charlar sobre la pintura y el arte; tenía sed y fui a buscar la cafetería de la universidad para comprar algo de comer y beber ya que era pasado el mediodía y tenía hambre, pero lo que vi fue grandes mesas cubiertas por manteles y cómodas sillas con personas conversando, nada que se pareciera a una cafetería universitaria o sencilla, arañas grandes colgando del techo, una muy bonita e iluminada decoración podría decirse, meseros caminando de aquí allá, todos con tabletas o sonriendo, incluso había una escalera lo que podría decirse que era una terraza o un segundo piso en el cual también pueden ir a comer y en la parte de afuera también habían mesas con sombrillas, este lugar parecía más un restaurante lujoso y caro que una simple cafetería de universidad, me sorprende que no usen vestidos de gala aquí.
Pero lo único que realmente importaba era que cierto grupo de chicos estaban maltratando y humillando a uno de los estudiantes, de una manera que cualquier persona no debería de ser tratado, el pobre chico se encontraba en el piso llorando tal vez, dos de ellos se encontraban parados y otros hablándole o gritándole, a los demás comensales o mozos no les importaba ellos seguían como si no estuviera pasando nada, es que no tenía ningún profesor, tal vez estaban en una reunión o que se yo la verdad es que no me importa en este momento ya que no estaban en el momento que los necesitaban, así que me acerque ante aquel grupito.

– Suéltalo – se lo exigí al chico que lo tenía del cabello rubio, es fornido y de ojos celestes claros – y no los pises – se lo dije a esa chica alta con cabello negro largo y de ondas sus ojos verdes como esmeraldas resaltaban en su rostro, aquellos ojos eran muy profundos y si no la hubiera conocido en estas situaciones le diría que modelara para mi

– Lastimosamente no obedezco ordenes – dijo aquella chica de ojos verdes y cabello largo pisando los lentes lo hizo tan rápido que no pude impedirlo, sí que era rápida

– Adara – dijo una de las chicas la rubia sorprendida, que solo observaba con timidez y vergüenza como si no quisiera hacer nada de lo que sus amigos estaban haciendo

En la mesa había cuatro personas sentadas, mientras que dos estaban pardos al frente de mí, al parecer estos seis, tres chico y tres chicas sabían cómo humillar a los demás y hacer lo que les da la gana.

– Muy bien – dijo la otra de pelo castaño, para ella eso estaba bien celebraba como si fuera un logro – le hicimos un favor a su aspecto – todos rieron, realmente se odia ser así de ignorante con comentarios denigrantes

– ¿Qué les pasa? – pregunte a aquel grupito que se estaba riendo, mire a la chica que había pisado los lentes – ¿Qué te pasa?

– A mi nada superhéroe y a ti – respondió, esa chica con mira de indiferencia me está sacando de mis casillas creo que su nombre es Adara, realmente me enfadaban este tipo de situaciones, tengo que irme o explotaré así opte por quedarme callado y levantar a ese chico del piso porque ese rubio lo había soltado

𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora