CAPÍTULO☆27☆

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ERES HERMOSA

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ERES HERMOSA

ADARA:

– ¿Qué opinas Adara? – escuche la voz de mi madre preguntándome

– Oh si claro, me parce ¿bien? – estaba jugueteando con mi comida y mirando a la nada – si creo que está bien es realmente genial eso de...

– Adara me estas escuchando – reclamo mi padre quien ahora apretaba los labios mirándome con desaprobación, a papá le encanta ser el centro de atención – ni siquiera has comido, el tema al que me estoy refiriendo es a la expansión de nuestras empresas y tú estas volando por quien sabe donde

Rodé los ojos y mire al lindo ventanal que daba a las luces del pueblo.

La verdad es que no estaba volando mis pensamientos estaban en la llamada que aquella enfermera me hizo diciéndome que cada día estaba empeorando y que las probabilidades que despierte son mínimas eso me ponía de peor humor, tenía las ganas de mandar todo a la mierda y cuidarlo todos los días hasta que se valla me dolía no poder... tenerlo conmigo yo debería de estar hay con él, pero como soy una maldita cobarde que no me atrevo a ir a verlo al menos cuando no está la seguridad de su madre que es casi nunca, esto es tan frustrante yo debería catalogarme como una completa tonta miedosa de una bruja.

Desearía que las cosas fueran diferentes, que nunca le hubiera hablado, que nunca lo hubiera conocido para que jamás le hubiera causado algún dolor o desgracia. Tristemente no se vive de los quisiera, cambiaria, me gustaría, no hubiera. Las cosas del pasado están ahí y tristemente ya no se pueden arreglar ya no se puede cambiar por más que uno lo desee o lo ansié, los errores que he cometido no se van a arreglar por más que lo anhele.

– Esto es totalmente una falta de respeto Adara – oh papá realmente estaba muy enfadado, podía ver como juntaba y desjuntaba esas grandes manos de empresario

El mesero se acercó, oh no nunca te acerques cuando papá está enojado porque...

- Señor desea más...

- Te he llamado – contesto mi padre arrogantemente

- No señor

- Entonces lárgate – hablo mi padre moviendo su mano para que se retire, el chico se quedó parado – largo o menos que quieres que te despida

El joven abrió los ojos como platos y más rápido que el correcaminos se fue, el gran empresario tenía el poder de despedir a quien quisiera de cualquier parte del mundo.

Mi padre volteo a mirarme, oh ahora si se armaba la tercera guerra mundial al menos por parte de papá, alguna cosa que mi papá no pudiera controlar así hasta lo imposible por conseguirla, tristemente conmigo no lo lograba y es por eso que decía que soy la persona más contumaz que ha conocido y que a veces ni parecía de la familia, yo solo reía porque él seguía creyendo que éramos una familia.

𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora