CAPÍTULO☆17☆

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TE DESEO

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TE DESEO

ADARA:

No pude evitar perderme en aquellos ojos azules tan deseosos, estaban dilatados al igual que los míos pero debo de admirar la resistencia que puede llegar a manejar este chico. Mientras estaba a horcajadas encima de él moviendo mis caderas encima de él, mis labios deseaban su piel; lamerla, chuparla y morderla; dejándole unas pequeñas marcas rojas en el cuello y mordiendo su lóbulo, necesitaba más pero aquellas manos grandes y fuertes agarraban mis caderas para pararlas, no quería parar no ahora así que decidí por levantarle el polo y delinear con mi lengua su hermoso torso pero Orión me lo impedía así que antes de procesar mis palabras las solté.

– Te deseo – aquellas palabras que había susurrado a su oído, fueron como llaves para abrir el candado que Orión ponía de autocontrol, liberando completamente el deseo y desesperación que tenía

– Me encantas – susurro con tono ronco pero sexy

Lamió sus labios rosáceos y me beso, sentí todo mi cuerpo caer cuando su beso fue fuerte y deseoso no soltó nada de mí, sus manos sujetaban fuertemente mis caderas qué pensaría que mañana dejarían marca, su lengua se movía en sincronía con la mía y adoraba el lindo gruñido que salía de sus labios cada vez que tiraba de sus cabellos me pegue mucho más a él, que sentía como la parte baja de su jean iba creciendo, su olor de menta con chocolate me embriagaba y el calor emanando de su cuerpo me extasiaba.
Cuando nos separamos para tomar un poco de aire Orión bajo las tiras de mi pijama de seda para dejar besos húmedos por todo mi cuello pasar por mis clavículas lamiendo y succionando hasta llegar a mis brazos, le saque el polo y pude deleitarme con sus brazos, abdomen y músculos completamente definidos me pase la lengua por mi labio inferior.
Su boca fue como un sublime manjar cuando lo bese me correspondía completamente eufórico y desenfrenado amaba como sus manos viajaron a mi trasero realizando apretones haciendo brotar gemidos de mi boca, mis manos iban de su cabello a su cuello y tocar sus tonificados músculos y abdomen. Sus manos viajaron dentro de mí polo subieron por mi torso y jugueteaba con los ganchos de mí sostén, me saco el polo y desato el sostén, rompió el beso chupando mi labio inferior y mirando mi torso completamente desnudo dijo:

– Vamos arriba – hablo con respiración agitada, estaba jadeando al igual que yo, sus labios son como una droga a la cual te vuelves adicta y no quieres dejar jamás; solo fui capaz de asentir mientras seguía devorándolo con la boca.

Él me levanto los muslos y enrolle mis piernas en sus caderas, no rompimos el beso en ningún momento y tenía una gran habilidad moviéndose con tanta facilidad por todo la casa sin desprenderse de mí, sus manos estaban puestas en mi trasero apretándolo y moviéndose para agarrar y apretar mis caderas. Me empotro en la pared besando hasta dejarme sin aliento, sus besos son apasionantes, me gustaba las palabras tan sucias y excitantes que decía en mi oído, solo hacían que me excitara aún más; se separó, subiendo las escaleras lamia y succionaba mis clavículas, mordisqueando las partes blandas; este hombre era realmente incontrolable y me gusta lo salvaje que es. Llegamos a la segunda plata y me abalance a los labios hinchados y rojos por tantos besos, mordí su labio que realmente me encantaba.

𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora