CAPÍTULO☆39☆

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PEQUEÑO NIÑO

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PEQUEÑO NIÑO

ORIÓN:

Estaba conduciendo a las afueras del pueblo, hacia un restaurante del cual no tenía la mínima idea. Adara solo dijo que conversaríamos cuando volviéramos de aquel restaurante que se encontraba fuera del pueblo, le dije que podíamos dejar la conversación para más tarde pero ella se negó ya que no quería ir a ese lugar sola.

No me negué ya que ella se encontraba muy nerviosa y callada. Cuando la mire, estaba jugando con sus manos, callada y sumida en sus pensamientos, miraba por la ventana con preocupación.

Al visualizar aquel local pude notar instantáneamente el Plymounth Hemi Cuda estacionado. Quizá Adara vino a ver a Savannah y a Evan.

- ¿Podrías acompañarme adentro? – pregunto con tono bajo e inseguro

- Por esa razón vine, no te voy a dejar sola

Ella asintió abriendo la puerta del copiloto.

Cuando entramos al restaurante, el tierno Evan estaba sentado en el mostrador con una señora la cual al vernos frunció el ceño.

– Por fin – expreso la señora con hastío. Agarro al niño y lo extendió hacia nosotros – tómalo, no estoy para estos trances

Adara ni lo tomo. Así que yo cargue al lindo Evan, ya me conocía así que empezó a jugar conmigo y a abrazarme.

– ¿Su mamá? – pregunto Adara cruzanda de brazos

– No lo sé simplemente desapareció y dejo esto – nos tendió una pañalera – ahora si me disculpan yo me voy

– Señora – llame con el niño en brazos

Pero la señora se alejó y Adara solo se quedó parada absorta en sus pensamientos, había estado así todo el camino pero creí que cuando llegáramos se le pasaría.

Salimos del lugar para dirigirnos a su casa ya que el lugar iba a cerrar, ella se detuvo a hacer unas llamadas mientras el bebé jugaba conmigo.

Ella fue manejando esta vez, ya que no quería tener contacto con el niño. El viaje se formó en silencio ya que Savannah había dejado a su bebé y no sabíamos el paradero exacto de ella como para buscarla. Cuando ingresamos a la casa de Adara nadie dijo nada, así que fui a una habitación para dejar al pequeño Evan dormido, lo rodee con todas las almohadas posibles ya que no había una cuna en esta gran casa.

Al salir pude ver que la habitación de Adara se encontraba abierta, el corredor estaba iluminado. Deje la puerta del cuarto del bebé abierta para que se oyera si se levantaba o lloraba.

Camine para entrar al cuarto de Adara. Me quede en el marco de la puerta, ella estaba con un moño descuidado, una blusa de tirantes y unos shorts cortos ya iba a dormir.

𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora