𝐃𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐨𝐬

CAPÍTULO☆34☆

FRESAS Y CHOCOLATE

ORIÓN:

Después de salir del trabajo que por cierto tenía medio turno. Me fui a ver a Adara y a Allison, ayer fue muy divertido y debo decir que incluso fue excitante muy excitante en realidad, ese baile me dejo muy extasiado. Aunque ese tal Ryan no me cae para nada bien.

Después de eso sentía a Adara un poco incomoda aunque aún siento que está un poco rara, como si algo estuviera en su mente preocupándola, incluso se puso ansiosa por no responder la llamada e insistió venir rápido del club.

Llegue a la casa, la cual me abrieron para entrar en mi Honda, toque la puerta y un hombre alto de tez blanca y ojos celestes con un cuerpo fornido me abrió la puerta, me dio una revisada como de rayos x y después me mostró una cálida sonrisa.

No lo conocía y no sabía que era amigo de Adara. Lo mire detalladamente a ver si tal vez lo recordaba en algún lugar.

– Oh, John, ah...ah, eso es John...ahí – se escuchaban gemidos y la clara voz proveniente era Allison, estaban follando o que

– Nick puedes venir rápido para que acabes lo que empezaste – habló Adara

Estaba parado en la entrada, me quede asombrado al ver o mejor dicho al escuchar lo que estaba pasando a mi alrededor, que carajos, porque están con dos hombres solas, respira Orión no seas un troglodita piensa antes de actuar, pero claro que quería partirles su madre a ambos y más al que tengo en frente, este tal Nick tendría unos lindos moretones en su rostro.

– Claro es que estoy con... – grito pero se calló cuando no supo con quién estaba hablando – ¿Cuáles tu nombre? – me pregunto

– Orión – respondí entre dientes

– Con Orión – grito feliz de la vida, al parecer sabia mi nombre – la esperaras a que acabe o vas a entrar – me dijo el idiota de cara bonita, al mismo que estaría a punto de pegarle si me sigue mirando y sonriendo como si fuéramos "amigos"

Avance para buscar a Adara, al parecer estaban en la planta baja ya que los gemidos de Allison fueron los que me guiaron a un cuarto lleno de olor a incienso y camas masajeadoras, ambas estaban recostadas en las camillas y un moreno alto y musculoso estaba masajeando a Ali que parecía más bien teniendo un orgasmo o follando mientras la masajeaban, Adara tenía los ojos puestos en mí lanzándome una sonrisa de felicidad, ese tal Nick estaba detrás mío.

– ¿Él es Orión? ¿Tú Orión? – le dijo el moreno de ojos cafés a Adara, que se encontraba masajeando a Allison que tenía los ojos cerrados por la relajación o por el incienso

– Así es, te dije que era guapo ¿no? – respondió ella mirándome y sentándose con las manos extendidas hacia mí – es mi guapo novio que quiero que me abrace pero no me hace caso, porque solo me mira sin decir nada