IV

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Capítulo 4

-¡¿Lo ves?! ¡Sabes que tengo la razón! 

-¡¿Y qué?! Igual no pienso ayudarte a hacer ese maldito trabajo. 

-¡¿Por qué….?! –antes de que pudiera seguir gritando, me di la vuelta y me alejé caminando de ella. 

-¡Eres un bastardo desconsiderado! ¡Imbécil! –Me enfurecí, mis puños se apretaron, y mi mandíbula se tensó. ¿Quién demonios se creía ella para hablarme así? Además no llevábamos ni un día de conocernos.  Me paré en seco, a mitad del pasillo, el silencio era fantasmal, sólo se escuchaban nuestras respiraciones furiosas. 

A pesar de la rabia que sentí en ese instante, consideré la situación. Quise reír, honestamente nunca había oído a una chica gritar así. Ella me hacía sentir extraño. 

-¿Qué? –me devolví furioso hacia ella. 

-Que. Tú. –pinchó mi pecho con su dedo índice, estábamos peligrosamente cerca. Podía ver el profundo color de sus ojos, sus pestañas; casi podía definir nada hebra de sus pestañas, lo tersa que se veía su piel, podía oler su perfume… Oh, sí. Vainilla, me traía vagamente los pocos recuerdos de mamá a la mente. Cuando pasábamos tardes enteras cocinando galletas de vainilla. <<¡Cállate Styles! Ella no es nada.>> Me reprendí mentalmente. Pero al tenerla tan cerca. Poder oler su fragancia, poder sentir su respiración chocar contra mi mentón- Eres. Un. Maldito. Egoísta. –dijo lento. Sinceramente no me concentré en lo que decía luego de eso. Solo me quedé observando la forma en que sus labios se movían al hablar, la forma en que su pecho subía y bajaba rítmicamente con cada respiración. De seguro, _____ ya estaba de primera en la lista de conquistas, no solo de Tomlinson, Payne y Malik. Ya debía tener todos los ojos de todos los hombres de esta universidad, encima. Ese pensamiento me dio nauseas. Por alguna razón no podía-quería imaginarla en la cama de otro, en los brazos de otro. No quería imaginarla enredada en las caras sabanas de Payne. O envuelta en los brazos de Tomlinson. O acurrucada con Malik. No. <<Pero ella no es nada. Sólo una jodida chica fastidiosa>> 

-¡¿Qué me miras, inútil?! –me dio un pequeño empujón, estaba roja de furia. 

-Adiós. –dije simplemente y me fui. Caminé por los amplios jardines del campus de la universidad, llegué a las enormes puertas y salí. Tomé camino por las transitadas calles de la ciudad. Luego de cuarenta minutos caminando llegué a mi vecindario, unas calles más y estuve en casa. 

-¿Harry? –la conocida cara de la Señora Johnson apareció por el pasillo de la pequeña casa. En cuanto me vio caminó hacia mí. Era una mujer de mediana edad, vestía su uniforme de enfermera y traía sus delgados cabellos tintados con canas, recogido hacia atrás. 

-Sí. Soy yo. Se presentó un problema en la universidad y tuve que venir. –mentí.

-Oh…bien. 

-Bien. Si gusta puede irse, yo me quedaré con ella. 

-Oh, gracias Harry. –asintió con fervor. En menos de lo que pude darme cuenta, ya había recogido todas sus cosas y estaba saliendo de la casa. Agitó su mano y se fue. Tomé profundamente aire y comencé a caminar por el pasillo estrecho de la casa. Su puerta estaba entreabierta, pero preferí primero dejar mis cosas y luego ir con ella. Luego de dejar mi maleta en mi habitación, quitarme mis zapatos y mi chaqueta, caminé a su habitación. 

Cada vez que la veía, me rompía más el corazón. Su frágil cuerpo estaba tendido sobre la cama, sus ojos cerrados y los brazos extendidos; conectados a los tubos que le suministraban suero. La bolsa estaba colgada de una varilla metálica que se extendía junto a su cama. Al otro lado había una mesilla pequeña con ruedas, sobre ella estaban todos los medicamentos que debían suministrarle a la indefensa criatura. Suspiré, me acerqué a su cama y la cubrí bien con las mantas. Ella se removió en la cama. 

-¿Gemma? –susurré débilmente. 

-No te vayas hermanito. –murmuró. Sus ojos luchaban por abrirse. Sentí como una daga me abría el pecho. 

-Tranquila pequeña, aquí estoy. –respondí. Rápidamente acerqué la silla a su cama y me senté junto a ella. La vi durante horas y horas, esa pequeña niña significaba todo para mí. Mi pequeña hermana Gemma. 

________.  

Me fui hecha una furia a la biblioteca. Estuve haciendo algo del artículo del Sr. Andrew. Luego de unas horas por fin sonó el timbre de almuerzo, tomé mis cosas y prácticamente salí corriendo de ese lugar. Me dirigí a la cafetería luego de guardar mis cosas en mi casillero, y a lo lejos vi tres figuras masculinas que caminaban hacia mí. 

-Hola linda. –saludó Liam. 

-Hola Liam. –sonreí tímidamente.

-¿Dónde estuviste durante la clase? –intervino Louis. 

-El Señor Andrew no nos dejó entrar. 

-¿Nos? –nuevamente habló Liam. 

-Sí. A Harry y a mí. 

-¿Harry? –ahora era turno de Louis. 

-Sí. Harry… -chasqueé los dedos, no recordaba bien su apellido- Styles. 

-¿Styles?

-¿Hablas del rechazado de Harry? ¿Del imbécil asocial de Styles? –se burló Louis. Asentí brevemente con la cabeza. Los tres rieron. 

-¿Y no piensan presentarme? –ahora habló el moreno que acompañaba a Liam y Louis. Era más alto que yo. Musculoso, de rasgos afilados pero hermosos. Labios que parecían cincelados por algún maestro. Gruesos y sensuales. Sus ojos… Oh, sus ojos. Eran dos enormes gemas café oscuro, que imitaba a la oscuridad de las profundidades del mar o un bosque de media noche, enmarcados por largas y curvas pestañas gruesas. Y su sonrisa, me quitó el aliento. 

-______. –sentí la voz tensa de Louis, rápidamente se puso a mi lado y me tomó la mano. No me molestaba Louis también era un chico realmente apuesto- Él es Zayn Malik. 

-Un gusto. –sonrió sensualmente de medio lado, tomó mi mano libre y la besó. Sonreí y sus ojos subieron a mí para regalarme una mirada tentadora. El aire me abandonó. 

Luego de eso, los tres me invitaron a almorzar junto a ellos, por su puesto acepté. Eran chicos divertidos y agradables…además de obscenamente apuestos. ¡Todos! Recibí algunas miradas de sorpresa, envidia y admiración de parte de la gran mayoría de las mujeres de la universidad. Se podía llegar a sentir bien. 

-Y dime, ____ ¿Tienes algún plan el fin de semana? –preguntó Zayn. 

-Sí. Saldrá conmigo. –se apresuró Louis mientras me rodeaba por un lado con su brazo. 

 Reí. 

-Bien, entonces te llevaré a casa esta tarde y ya veremos qué hacer después. –declaró Zayn.               

Let me love you (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora