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Capítulo 50

__________. 

Abrí los ojos. A penas podía abrirlos. Sentía la boca seca y me pesaban los párpados. No podía sentir mi cuerpo de la cintura para abajo. Bajé mi mirada y vi las agujas en mis brazos, seguidas por las suturas, los moretones y los rasguños, y el otro estaba totalmente enyesado al igual que mis piernas bajo las sábanas. Intenté moverme un poco en la dura camilla y el dolor en la columna me atravesó con la delicadeza de un machete en llamas. Quise gritar. Sentía que poco a poco me alejaba del mundo, todo comenzó a ponerse borroso y mis ojos luchaban por seguir abiertos. 

-Hola _____. –me saludó lo que parecía una mujer. 

No me sentía con fuerza para siquiera hablar. Sencillamente no podía la lengua para articular palabra. 

-¿Cómo te sientes?

Negué con la cabeza queriéndole decir que me sentía como el infierno en ese momento. La mujer se acercó. 

-Tu familia está afuera, y están muy preocupados por ti.

-¿Enserio? –logré susurrar. 

 -Están tus padres. Y otros dos chicos. 

Fruncí el ceño a pesar del dolor que aquello me causaba. 

-Sí. Uno rubio de ojos azules y otro alto con el cabello rizado y ojos verdes. 

Harry estaba allí. ¡Harry estaba allí! Y también Niall. 

Cerré los ojos y asentí suavemente. 

-¿Te sientes bien? 

Negué con los ojos aún cerrados

-¿Te duele demasiado?

Logré subir mis parpados y la miré para susurrar un casi inaudible “Sí”  

-Entonces te pondré algo de esto. –tomó una de las jeringas preparadas sobre la mesa con ruedillas junto a mi cama. Odiaba las inyecciones. Sentí el líquido esparcirse en mi sangre y en menos de diez segundos caí en una pesado sueño.   

Harry. 

Cerré mis ojos y sacudí mi cabeza. De seguro que no había escuchado bien.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste Harry. Tú no podrás estar más con ella. 

-¿Por qué?

-Harry, ella casi pierde la vida por ti. 

-Señor. No puede hacerme esto. ______ es lo más importante que hay en mi vida…yo…yo no puedo estar sin ella. 

-Eres joven, de seguro podrás encontrar otra chica. 

-Podré encontrar cientos de ellas, pero ninguna como ______. A ninguna la voy a amar. Ninguna va a ser tan valioso para mí, como ella. 

-No tienes porqué exagerar, Harry. 

-No exagero. Señor, yo la amo, la amo demasiado. –pausé. Bien, debía decirlo- Yo…yo pensaba comprometerme con ella. 

Él volteó a mirarme con los ojos como platos, su mirada escéptica. 

Rió falsamente. 

-No, no lo creo. No creo que alguien de tu edad piense en el compromiso. 

-Mire. –saqué la cajita de terciopelo y la abrí. Sus ojos casi salen de sus orbitas, con cuidado sacó el anillo y lo miró con detalle. La inscripción que tenía en la cara interna decía “por siempre” y nuestras iniciales al otro lado. 

-Lo…lo siento. Pero no puedo permitir que después de lo que ocurrió, tú sigas con ella.

<<Maldición>> 

-Por favor señor, deme una oportunidad. 

Él suspiró. 

-Mira, hijo –puso su mano en mi hombro- ______(ntm) es la que dice esto. No yo. Yo sé que eres un buen chico…solo cometiste un error…uno muy grande. ¿Quieres una oportunidad? Gánatela. 

Después de palmear mi espalda se dio la vuelta y se fue sin más. 

Luego de unos minutos volví donde estaban todos, la doctora también caminaba hacia allá. 

-¿Cómo está _____? –se adelantó Horan. 

-Tengo buenas y malas noticias. 

-¿Cuáles son las buenas? –preguntó su madre. 

-_______ volvió a despertar y pude conversar un poco con ella. 

-¿Y las malas?

-Que tenía un dolor muy fuerte en la cabeza, así que le dimos un sedante para que pudiera dormir. 

-¿Podemos verla? –me aventuré yo a preguntar. Todos me miraron. 

-Claro. Pero hay un problema. Sólo pueden entrar tres personas, por separado. 

-Pero somos cuatro. 

-He ahí el problema. 

-Bien, yo iré primero. –dijo su madre y junto a la doctora comenzaron a caminar hacia los adentros de los corredores.

Me senté en una de las sillas. Momento después, Niall se sentó junto a mí. 

-¿Cómo estás? –preguntó amablemente. Lo cual me extrañó. 

-Puedo seguir en pie, supongo que bien. –contesté. 

-Quiero hablar contigo una cosa, Harry. –dijo. 

-¿Qué ocurre? 

-Ven, mejor hablemos en otro lugar. 

Caminamos pero esta vez fuimos hacia el fondo de la sala de espera, junto a la gran ventana. 

-¿Qué ocurre? –repetí. 

-Escucha. Luego esto, la madre de _____ no quiere verte ni en pintura. 

-Eso lo sé. 

-Quiere que te alejes de ella. 

-Lo sé. 

-Pero hay algo que no sabes. Ella quiere que yo vuelva con _____. 

-¿Qué?

-Sí. Me ha pedido que vuelva a “conquistarla” con tal que se aleje de ti. 

-No puede hacer eso. 

-Lo sé. –guardó silencio unos segundos. No podía creer que eso estuviera sucediendo- Pero yo no quiero hacerlo. 

-¿Por qué? 

-Porque sé que ella ya no me quiere a mí. Harry, en verdad ella te ama. Y si me entrometo entre ustedes dos, lo único que haría sería lastimarla a ella…y a mí…

-¿Aún la quieres? 

Niall suspiró.

-Sí. Honestamente sí. Ella es maravillosa. Pero no siente lo mismo…y quiero que ella sea feliz. –hizo una pausa- Pero no será feliz conmigo, por eso quiero que ella siga contigo. Porque si ella es feliz…yo también lo soy. –frunció los labios en algo como un gesto dolido. 

-¿Qué tanto la quieres?     

Let me love you (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora