Let me love you (Harry Styles)

LIII

Capítulo 53

Asentí sonriente y ambos nos quedamos en silencio. Hacia un par de días que quería preguntarle algo a _____. No podía seguir quedándome en su casa o en un hotel. 

-_____, linda. 

-¿Qué pasa?

-Quiero decirte algo. No quiero seguir durmiendo aquí o en tu casa. 

-¿Por qué? 

-Porque quiero vivamos juntos. Los tres, tú, Gemma y yo. 

Ella sonrió ampliamente y se impulsó sobre sí misma para recostarse totalmente sobre mí. 

-De hecho…-murmuró tímidamente- Ayer luego del almuerzo, hablé sobre eso con mi padre. – escondió su rostro entre sus manos. Adorable.  

Retiré sus manos y sonreí al verla sonrojada. 

-¿Y qué dijo?

-Verás, su hermana trabaja en una empresa de finca raíz. 

Asentí esperando que siguiera. 

-…Y dijo que nos rentará un departamento. Él pagará la renta un mes.

Sonreí ¿Era enserio?

-¿Enserio? ¿Nos rentará un departamento?

-Así es. 

-¿Por qué? –no podía creerlo. 

-Dijo que…que…que era para que pudiéramos tener nuestra “intimidad” –sus mejillas volvieron a tomar color y volvió a cubrir su rostro. 

Reí. 

-¿En realidad te dijo eso?

Asintió con la cabeza. 

Carcajeé y comencé a pasar mis manos a lo largo de su espalda, luego de unos segundos ella puso su mejilla contra mi pecho. 

-Entonces no puedo esperar a entrar a ese departamento.

-¡Harry! –protestó. Volví a reír y besé su coronilla. 

-Te amo demasiado y no puedo esperar a nuestra boda…a vivir juntos…a tener nuestra propia familia. 

Ella volvió a subir su cabeza y apoyó su mentón donde antes estaba su mejilla. Me miró sonriente y con el brillo en sus ojos. 

-¿Enserio quieres tener una familia?

-Pero sólo si es contigo. 

_____ se estiró y plantó un beso casto en mis labios. Levantó su mano y observó el anillo con una sonrisa en sus labios, tomé su mano y besé su palma. 

-Así que tendremos hijos. 

-Así es. 

-¿Envejeceremos juntos?

-Hasta que luzcamos como pasas. –ella sonrió. 

-¿Y tendremos nietos?

-Seremos los mejores abuelos. 

Inclinó su cabeza y volvió a poner sus labios contra mi pecho. 

-¿Por siempre juntos? –me miró directo a los ojos. 

Volví a acariciar la piel desnuda de su espalda. 

-Por siempre juntos, princesa.