Capítulo 5

477 41 37
                                    

Cuando Renato despertó esa mañana del viernes no estaba seguro si lo que había pasado era real o no. Sin embargo, de lo que estaba absolutamente seguro era que su pantalón de pijama estaba pegajoso e incómodo.

Jadeó cuando se los sacó en el baño y vio que había acabado en ellos. Sentía que podía llorar de la ira y frustración.

El hecho de que haya soñado con Gabriel besándolo no tenía nada que ver, ¿o sí? Estaba perdiendo el control y tenía que bajar a desayunar en quince minutos.

Este no es el momento para tener una crisis gay

¿Quién dijo algo sobre yo siendo gay?

Dios mio voy a ir al infierno

Y todo es culpa de Gabriel

Renato se prometió no volver a hablar con él nunca más; iba a comenzar tan pronto como le engregara su campera. Y para ser honesto era un poco injusto que oliera tan bien.

La guardó en su mochila, antes de arreglarse el pelo y la corbata una vez más frente al espejo, luego bajó las escaleras y fue a la cocina.

Estaba tan perdido de lo que pasaba a su alrededor, que no se dio cuenta que su mamá le hizo la misma pregunta dos veces.

"Perdón, ¿Qué?"

"Vos y Eleanor cumplen cinco años juntos el próximo viernes. ¿Pensaste hacer algo especial para ella?"

"Eh... No sé. ¿Tenés alguna idea?"

"Bueno, el año pasado fueron un fin de semana a París, así que esta vez podrían ir a Roma. ¿O Berlín?"

Francamente, no quería ir a ningún lugar con Thais esta vez. Sólo quería quedarse en casa y tal vez invitar a algunos amigos, como hicieron para su tercer aniversario.

"Estaba pensando en una fiesta ¿quizá? Con amigos del colegio."

"¿Una fiesta?"

Renato se encogió de hombros y asintió, preguntándose si debería invitar a Sebastián y Martín. Gabriel absolutamente NO estaba invitado, estaba prohibido y vetado del lugar. Dios sabe qué podría romper o robar si pusiera un pie ahí dentro.

"Tengo una sorpresa para vos, Renato." Dijo su papá cuando terminó su desayuno.

"¿Sí? ¿Qué es?"

"Hablé con tu director y me dijo que tus notas van extremadamente bien en las materias, así que decidí darte tu regalo de cumpleaños antes."

Los ojos de Renato se ampliaron.

"¿Qué? ¿Estás hablando de-"

"Sí, podés tener tu Lamborghini mañana a la tarde para dar unas vueltas. Tu mamá y yo vamos a ir al concierto de las gemelas y pensamos que preferirías probar tu auto. Hice unos arreglos con el jefe de la escuela de manejo y dijo que podés presentar tu examen hoy después de clases."

"¡Sí! ¡Dios! ¡Gracias, papi!" dijo y saltó de su asiento para abrazar a su padre.

"No me agradezcas sólo a mí, dale las gracias también a tu mamá. Fue su idea."

Renato presionó un beso en su mejilla y ella sonrió, diciendo que no había sido nada. No podía esperar para decírselo a Lautaro y a todo el mundo en su colegio.

Lautaro estaba extremadamente emocionado cuando se lo contó, y le dijo que él también esperaba un Bugatti Veyron para navidad.

Renato estuvo emocionado el resto del día, hasta que se dio cuenta que tenía que devolverle la campera a Gabriel. Miró la hora en su Rolex, se dio cuenta que tenía tiempo para caminar hacia donde estaba él (podía verlo hablando con Martín justo frente a la entrada de su escuela) y devolverle su abrigo. El profesor de manejo lo iba a pasar a buscar en diez minutos, así que se apresuró hacia allá.

baby heaven's in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora