Cuando las estrellas hablan (mamá).

Capítulo 1: Mamá

Mi madre fue una persona que desde pequeña tenía el peculiar sueño femenino de formar una gran familia: Casarse como en un cuento de hadas con el ya famoso príncipe azul, tener muchos hijos, una casa bonita, vivir muchos años, pero lo que más quería era ser feliz a toda costa.

Durante el camino para llegar a sus sueños ella dedicó la mayor parte de su vida a su familia que estaba integrada por su padre, su madre y su larga lista de hermanos, siendo estos su más grande inspiración. Desde pequeña se caracterizó por tener una enorme bondad y una valentía magnífica, ella era la mejor en todo lo que hacía, ¿quieren saber porqué?, porque cada cosa que hacía la llevaba a cabo con una humildad sin precedente, el amor que le ponía a cada cosa que tocaba sólo hacía que la gente la admirara y notará de inmediato el ángel que llevaba dentro.

Conforme crecía sus cualidades se hacían notar más en el pequeño pueblo donde ella vivía, su belleza externa era seductora pues su cuerpo bien definido levantaba muchas miradas, pero su belleza interna hacía que su sola presencia fuera hipnotizante. Desafortunadamente, así como existía amor hacia ella, también existía envidia, lo más triste es que esa envidia provenía principalmente de su núcleo familiar y es que algunas de sus hermanas se dedicaban a dejarla en mal ante sus padres, para que esa manera, recibiera regaños constantes y así la castigarán de maneras un tanto crueles aislandola de su círculo social.

Un dia, su madre quien era el amor de su vida la golpeó de una manera cruel y despiadada derivado de una más de las mentiras y odio de sus hermanas,  así que en cuanto pudo salió de casa corriendo hacia el jardín del pueblo, en donde sus lágrimas captaron la atención de muchos, ya que verla llorar era algo que nunca antes se había visto, la curiosidad despertó en muchas de las personas ahí presentes, en especial en  un joven que se encontraba trabajando en aquel lugar y quien no dudó en acercarse y preguntarle lo que sucedía… Él joven nunca imaginó que al acercarse a ella, estaría escribiendo las primeras páginas del sueño de mamá.