Al día siguiente desperté en un lugar desconocido, desperté tratando de buscarte sin suerte de encontrarte, sólo estaba rodeada de flores y tristeza, rodeada de mucha gente que vestía de negro y lloraba tu partida, yo no entendía nada, mi corazón estaba tan confundido al ver una foto de mi madre a lado de una pequeña caja de madera fina donde se encontraban sus restos, me impresionó como una enorme mujer estaría en una pequeña cajita pero me di cuenta de que todos estábamos condenados, y vendría un día en el que todo nuestro trabajo de convertiría en polvo no importase lo grandes o pequeños que fuéramos.
Yo tenía la esperanza de que cuando despertara ella estaría a un lado de mi recibiendome con un beso de buenos días, pero de pronto me topé con la dura realidad de que todo lo que creí que era una pesadilla era verdad.
Fue insoportable, todo, cada segundo era peor que el anterior, la forma en que te fuiste fue horrible, nunca no pensé que la mujer que me daría la vida, se la quitaría frente a mi.
Simplemente no quería hablar con nadie, no quería que nadie hablará conmigo, no necesitaba que la gente lamentara mi pérdida porque eso me hacía sentir peor.
Cuando llegó la hora de dejarte en el panteón, sentí como una parte de mi se quedaba contigo. Esa sensación jamás la olvidaré, sientes como todo dentro de ti se desmorona, pero esa es la cuestión del dolor, exige sentirse.
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Cuando las estrellas hablan (mamá).
Short StoryNo se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Simplemente se muere de algo. Saber que mi madre a su corta edad ya estaba condenada a un fin próximo, no atenuó su horrible sorpresa. Dentro de ella, un cáncer, se había apoderado de la...