Yo creo que la muerte no es la mayor pérdida en la vida, la mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos.
El peor día de mi vida comenzó el 20 de octubre del 2008 cuando acompañé a mamá a la que sería su última cita con el doctor. Sin duda el aspecto físico de mamá había cambiado radicalmente, ese día se veía muy mal, se notaba muy cansada, el brillo que en sus ojos existía se había perdido por completo. No pasó mucho tiempo cuando el doctor llegó con los resultados de los estudios que mamá se había hecho con anterioridad, sin miedo alguno el doctor menciono que la situación de mamá había empeorado, dijo que las cosas no marchaban para nada bien y que sus posibilidades de vivir eran mínimas, mamá no pudo contener sus lágrimas, no pasó mucho tiempo cuando se levantó de su asiento y comenzó a despedirse del doctor le agradeció por sus buenas atenciones y por último le dio un pequeño abrazo.
Durante el camino a casa no pude evitar dejar de mirarla, la noté muy pensativa, pero lo único que hice fue sostener su mano y abrazarla. Cuando llegamos a casa noté que comenzó a llamar a todas sus hermanas y hermanos comenzaba sacando platica sobre temas generales y finalizaba despidiéndose de una manera peculiar, yo sin duda comencé a asustarme.Más tarde cuando papá llegó mamá nos juntó a todos y de igual forma entre sus palabras disfrazadas comenzó a despedirse. El fin se aproximaba sin duda alguna.
21 de octubre del 2008 eran aproximadamente las 10 de la noche, todo parecía tan normal pues mis hermanos estaban jugando con una pelota mientras yo estaba leyendo un cuento, mi papá estaba en el cuarto de mi hermano viendo un partido de fútbol, cuando de pronto algo hizo que despegará mi visita del libro que leía y es que mamá había bajado por una bolsa negra la cual estaba escondida detrás del los sillones de la sala, me percaté de ello y le pregunté rápidamente, "mamá que es eso", mamá se exalto un poco y respondió
"nada mi amor, quieres subir conmigo a leerme ese lindo cuento que traes ahí", de inmediato asentí y subimos a la parte de arriba de la casa en donde se encontraba su cuarto. Jamás pensé que cada escalón subiamos era un paso menos para la gran tragedia. Al llegar al segundo piso mamá me posiciono a fuera de los ventanales de su cuarto cuando se hinco y mirándome fijamente a los ojos me dijo... "llegó la hora de que seas fuerte, quiero que sepas que te amo mi niña y que espero que entiendas porque me iré de esta forma, cuida de todos por favor, y sobre todo perdóname pequeña pero créeme ya no puedo con esto".
Yo no entendí nada en el momento estaba bastante confundida, lagrimas salían de sus ojos mientras agregaba lo siguiente "espérame aquí afuera, saldré pronto".Mamá entró a su cuarto, se puso en frente a los ventanales de su puerta para vernos frente a frente. De pronto vi como sacó de la bolsa negra de la cual sospechaba anteriormente un arma de fuego, yo me quedé helada cuando vi cómo posiciónaba el arma en su cabeza.
Lo último que vi fue como entre sus labios alcanzó a pronunciar un "te amo". Cuando lo hizo, Jalo del gatillo, esos momentos parecían ir en cámara lenta... sólo recuerdo cómo cayó dejando manchas de sangre por doquier haciendo que todo a mi al rededor se hiciera borroso.Solté un pequeño grito y en un abrir y cerrar de ojos vi a papá intentando abrir la puerta donde estaba mamá, mi hermano estaba frente a mí preguntándome... "¿qué pasó?", "¿Valentina?".
Yo por más que intentaba hablar no podía, era totalmente indescriptible explicar como me sentía en ese momento.Las cosas después de eso pasaron muy rápido, lo último que recuerdo de esa noche fue como papá llevaba a mamá entre sus brazos, ella estaba cubierta en sangre, al parecer la había llevado de inmediato al hospital. No pasó mucho cuando una decenas de policías rodearon mi casa.
Durante el proceso de esa noche puedo decir que yo estaba perdida en mi misma, no reaccionaba a nada, las lágrimas salían sin control mientras estaba en una posición fetal. El 21 de octubre del 2008 había marcado mi vida para siempre, ese día todo rastro de felicidad desapareció de mí, ese día mi alma se había ido con mamá.
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Cuando las estrellas hablan (mamá).
Short StoryNo se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Simplemente se muere de algo. Saber que mi madre a su corta edad ya estaba condenada a un fin próximo, no atenuó su horrible sorpresa. Dentro de ella, un cáncer, se había apoderado de la...