Es impresionante como en un momento lo puedes tener todo, y en cuestión de segundos se acaba todo, es tan impresionante ver que con tan sólo dos palabras el mundo se derrumba poco a poco.
Ese día todo marchaba bien, estábamos a punto de terminar con nuestro juego de mesa favorito cuando de repente mamá se desmayó, el susto se apoderó de nosotros al ver que no reaccionaba, mamá jamás hacía bromas de esa magnitud así que no dudamos ni un sólo minuto cuando decidimos llevarla al hospital.
Los minutos parecían horas, nadie nos daba respuestas del estado en que se encontraba mamá, hasta que minutos después un doctor se acercó a nosotros y preguntó:
Son familiares de la señora María Gómez.
A lo que mi papá respondió:
Sí doctor, somos nosotros.
El doctor le dijo a papá que se acercará, de inmediato supe que las cosas no estaban bien, y mis pensamientos se reforzaron cuando vi como papá soltó un grito de negación y a continuación cientos de lágrimas salieron de sus ojos, mis hermanos y yo salimos corriendo a su lado, lo abrazamos a pesar de que no entendíamos lo que pasaba lo tratamos de consolar.
Cuando papá logró relajarse un poco y ante la insistencia de nosotros tomó un poco de valor y nos dio la terrible noticia. Las palabras que escuché me hicieron sentir tan débil en segundo pues ahora resultaba que mamá tenía un tumor cerebral avanzado que la atacaba con una fuerza desmedida, era tan impactante como una mujer tan buena, como mi ángel, tenía que enfrentarse a la enfermedad más dolorosa que pudiese existir. No entendía cómo dios podía castigar a mamá con una enfermedad de esa índole cuando mamá nunca hizo nada más que el bien.
ESTÁS LEYENDO
Cuando las estrellas hablan (mamá).
Short StoryNo se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Simplemente se muere de algo. Saber que mi madre a su corta edad ya estaba condenada a un fin próximo, no atenuó su horrible sorpresa. Dentro de ella, un cáncer, se había apoderado de la...