Cap 5.-

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Unos gritos hicieron que me despertarán, no me emocioné tanto en saber lo que sucedía, tome mi tiempo en arreglarme, y salír de mi habitación lista para ir a la escuela, se escucho la puerta ser azotada.

Bajé las escaleras y mi papá estaba sentando en el sofá sobándose la frente cansado, bajé y en silencio comencé a preparar mi desayuno.

Papá: no irás a la escuela hoy.

Yo: ¿Por qué no?

Papá: el padre de Akabane y yo decidimos que se tomen este día como una cita, ve arriba y prepárate, llegará en media hora, me tengo que ir.

Y se va, suelto un suspiro resignada y subo a mi habitación, decidí ponerme un pantalón negro ajustado, con un suéter blanco que me llega hasta medio muslo y tenis blancos. Me hice la coleta mejor y me puse mis lentes, de maquillaje solo me delinee un poco los ojos y me puse un labial. Bajé y desayuné y justamente cuando deje los platos en el lava trastes, tocaron a la puerta. Fui a abrir y frente a ella está karma vestido con un chaleco de mangas dobladas hasta los codos de color negro, una camisa blanca y unos jeans azules.

Karma: vamos.

Agarre mi bolso y le seguí íbamos caminando y yo solo miraba al frente, ¿Sería bueno decidir tan siquiera a dónde ir? ¿Cómo debo comportarme? ¿Me fastidiara en todo el día? ¿Que estará pensando?

Karma: a...¿A dónde te gustaría ir?

Yo: no lo sé, no había pensado en esto antes, pero escuché que una cafetería cerca de el edificio Rig había abierto y que es muy buena.

Karma: iremos ahí, luego te llevaré al centro de juegos, por último te dejare en tu casa y veremos una peli, me avisó tu padre que se iría de viaje y me dejara tu cuidado a mí, el mío obviamente está de acuerdo.

Yo: no te preocupes, si quieres hablo con el tuyo.

Karma: ni lo intentes ya incluso hizo mis maletas.

Yo: ¿Cuánto tiempo estarás?

Karma: no lo sé, no me han dicho una fecha.

Yo: ¿Por qué tanto empeño en emparejarnos?

Karma: aparte de ayudar a las dos empresas no tengo idea.

Yo: bueno.

Llegamos a la parada de bus, y nos sentamos. Luego de eso no articulamos palabra hasta que entramos a la cafetería y nos sentamos en una mesa algo alejada de todos. Una chica de cabellos rubios brillantes y con grandes curvas nos atendió.

Karma: quiero un café negro y pastel de fresa.

Yo: un frappé de galleta y pastel de chocolate.

Camarera: esperen un segundo luego se los traigo.

Le da una sonrisa a karma y a mi una mirada de disgusto, karma simplemente ignora su gesto, pero en cambio yo me siento mal. Se va con nuestros pedidos y yo miró mis manos algo triste.

Karma: no deberías sentirte mal.

Yo: ¿Por qué no?

Karma: tienes mejores atributos que ella, aparte que tú actitud te hace ver más linda.

Yo: gracias.

Le sonreí pero sabía que estaba algo sonrojada, es extraño ver a karma que me dé un halago. El Simplemente miró a la ventana ignorandome, nuevamente llegó la camarera con nuestros postres se podría decir y comencé a probarlo todo. Mi sonrisa era más que satisfactoria el frappé está buenísimo y el pastel tiene un sabor peculiar.

Lo terminé después de karma, cada quien pago lo suyo y seguimos caminando hasta que su celular suena, nos detenemos y el lo saca mira un mensaje y frunce la mirada.

Yo: ¿Que sucede?

Karma: mi padre, quiere que le mostremos que en verdad estamos haciendo la cita.

Yo: ¿Cómo?

Karma: una foto.

Yo: eh.

Sin darme tiempo a decir algo, el me sujeta del hombro y me acerca a el, se inca un poco y junta su rostro con el mío, apunta su celular a nosotros y nos toma una foto.

Yo: ¡Ni siquiera me diste tiempo a reaccionar! (Puchero).

Karma: tranquila no saliste tan fea.

Yo: ¡¿Me acabas de decir fea?!

Karma: y aburrida.

Yo: agg.

El sonríe divertido y seguimos caminando, quién le comprende primero me halaga y luego retira lo que dice, es un tipo extraño y contradictorio. Llegamos al centro de juegos y yo corrí al de los muñecos, recuerdo que venía aquí con un amigo. Mire a todos y logré visualizar un pequeño muñeco de un conejo me gustó mucho y pegue mis manos al vidrio como si telepáticamente lo pudiera hacer volar y hacerlo venir hacia mí, entonces el juego comenzó de repente asustando me y haciendo que me alejara. Mire quien es el jugador y resultó ser karma entonces en menos de un minuto se escucho que un muñeco cayó. El lo agarró y resultó ser el conejo, lo quedé mirando esperando que iba hacer con el.

Karma: no te lo voy a regalar, págame la moneda.

Yo: bien.

Saque mi monedero y le pagué el me dió el muñeco y yo sonreí y lo abrace, después jugamos a más juego y nos divertimos o a menos yo sí me divertí. Finalmente nos aburrimos y fuimos a mi casa.

Mi prometida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora