Capítulo 5

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01:09 am

Falón:

Desperté con dolor de cabeza, traté de recordar lo que había sucedido, pero nada me llegaba a la cabeza, aún seguía aturdida. No obstante, tras abrir mis ojos con dificultad, pude visualizar en dónde me encontraba; un lugar dónde se podían apreciar varios instrumentos quirúrgicos sobre algunas mesas a mi derecha y 3 camillas metálicas con correas añadidas a mi izquierda a 1.5 metros de distancia cada una. Y entre ellas, se encontraba Edeline, sujeta con correas de cuero en los brazos, piernas, cintura y cuello. Estaba completamente inconsciente y desnuda; eso me recordó lo sucedido, por supuesto, me había desmayado luego de beber el agua. Alguien le había puesto algo, y creo saber con exactitud el culpable.

Gracias a la clara luz del cuarto, se pudo distinguir con facilidad la persona que acababa de entrar al dicho cuarto:

— No creí que despertarías tan pronto. Pero al parecer, el efecto del sedante dió más positivo en la ardiente Edeline. –Decía con triunfo–

— ¿Por qué nos haces esto..?, No te hemos hecho nada. –Respondí a su burla con nerviosismo–

— Oh claro que no querida, pero soy un hombre muy frívolo y demente como para importarme eso. En otras palabras, no es nada personal, sólo busco un poco de diversión. –Sentenció mientras de ponía unos guantes de látex–
Sabes, jamás he sido bueno con éstas cosas de operar personas y eso, y para serte honesto, me aburre ¿sabes?. Pero, eso cambiará. Jaja. –Saca un bolso de un armario metálico– Por esa razón, tengo algunas cosas que lo pondrán mucho más interesante.

— ¡Eres un demente criminal!.

Trate de huir, pero las correas atadas a mi no me lo permitían, eso me desconcertó.

— No puedes hacer nada desde esa posición en la que estás ahora pero, estoy seguro, de que gozaré con tu sufrimiento. –Saca un objeto del bolso y se aproxima–  ¿Vez esto?, Este taladro sin duda penetrará en tí cómo si fueras una simple pared. Y la pregunta es: ¿Qué pasaría si lo introdujo en tu frente?.

La forma en la que hablaba y me miraba de cerca, me hacía pensar que terminaré muerta de la peor forma posible. Nisiquiera me había dado cuenta en qué momento lo había conectado al tomacorriente para luego encenderlo y acercarlo a mí. Estaba aterrada, no dejaba de llorar, y mi boca sólo quería gritar y pedir ayuda. Pero él de adelantó y me cubrió la boca con  cinta adhesiva.

— Sabes, no voy a matarte tan pronto. Primero debo asegurarme, de que cuente cada minuto de tu dolor... Por esa razón, te introducire un medicamento que hará que tu cuerpo no pueda desmayarse durante una hora. Y eso, es más que suficiente...

Traté de safarme a la fuerza, esto era una pesadilla, quería gritar con todas mis fuerzas, me removí tan sólo para recibir una cachetada de su parte. Estaba enloqueciendo, y para cuando pudo inyectarme, mi corazón latio a mil, mi rostro palideció y mis ojos se estaban inflamando de tanto llorar. Todo mi cuerpo estaba sufriendo un ataque de pánico y terror. Pero, eso no fué nada comparado con lo que está por venir...

— Es una pena que tú vida no haya sido la mejor. Debiste valorarte más en vez de ir a prostituirte por placer y diversión. Y todo porque tú familia te abandonó, sé que desde entonces has buscado la forma de suicidarte estos largos años. Pero ¿qué crees?, Te haré realidad lo que siempre has deseado... –toma el taladro de la mesa– he escuchado que el mejor dolor es ser taladrada que clavada, porque el clavo es más rápido que el abre hueco. –Se acerca a mi oído– No debiste despertar antes.

Fué suficiente para empezar mi agobiante dolor, ésta vez, todo lo que sentía, aumentó al máximo, no sólo estaba siendo agujereada, comenzando por mi pierna derecha, si no que sentí que se me salía el alma. Grité tan fuerte cuando llegó al fémur, pero eso sólo era el comienzo, pues él sacó la aguja del aparato ensangrentado y volvió a introducirla en mi rodilla izquierda hasta traspasar la rótula. Entonces, él quitó la cinta de mi boca para dejar salir todo el dolor y sufrimiento que estaba presenciando en carne viva. Lo estaba disfrutando, podía ver en sus ojos verdes como esmeraldas su satisfacción tan cínica y retorcida.

Cada parte de mis extremidades fueron dejando un hueco del cuál sobresalía la sangre, inclusive la planta de mis pies y manos. Estaba muriendo y al mismo tiempo viviendo en un infierno. 

— ¡¡YA BASTA POR FAVOR DETENTE!! –Grité con pidiedad–

— Por más que grites, nadie te escuchará. Pero te diré una cosa, a tu amiga esa que está ahí, sufrirá mil veces peor que tú, así que estoy siendo piadoso. Volviendo a lo nuestro, creo que le hace falta algo a mi obra de arte, y creo saber que es.

— ¡¡SI ME VAS A MATAR HASLO DE UNA VEZ!!

Ya me estoy hartando oírte hablar–Toma un abre boca– esto servirá. –Me lo inserta–

Kyle, estaba hiendo cada vez más lejos, pero lo que me hizo, fué aún peor que él taladro. Tomó mi lengua y lo picó en dos, grité tan fuerte que mis cuerdas vocales se descartaron por completo, eso me silenció. Había perdido la voz, y para miseria, él tomó un encendedor y quemó mi lengua luego de ser cortada para que no me ahogara con mi propia sangre, lo mismo hizo con los agujeros que me había creado para no perder más sangre. Al culminar, él retira el objeto que mantenía abierta mi boca. Después de eso, volvió a quemar mi piel pero ésta vez en la zona dónde más se adentró en mi ser, tras cortar mi vestido y haber quitado mi tanga, él admiró por un momento mi aparato reproductor.

— Bonito para ser de una prostituta cómo tú, pero creo que le hace falta más color.

Y dicho eso, acercó el encendedor y la quemó sin piedad, no obstante, en ningún momento había provocado un incendio. Pues esa herramienta era especial, quema la carne sin provocar nada de lo anunciado.

Ya no soportaba más...

—Para culminar, estos obsequios:

Kyle se dirige hacia unas jaulas para animales que estaban apiladas en una esquina del cuarto y sacó a dos asquerosas y mugrientas ratas tomadas de la cola.

— Éstas ratas muertas de hambre, se encargarán de comer tu carne cocida.

Una es colocada en mi zona íntima mientras que la otra en mi pecho. Después, sacó otras dos más y las dejó sobre mi cuerpo, seguidamente puso otras más y más, con eso bastó para que las 8 ratas comenzaran a comerme por todos lados.

Ya no podía gritar... Y aún sentía un miserable infierno, sentía de todo... Me retorci de dolor, me desesperé, patalee, hice de todo hasta no poder más...

•••

Los minutos transcurrieron... Y Edeline comenzó a despertar y lo que pudo observar, no lo podía creer, su amiga Falón estaba siendo devorada por las ratas, ya le habían arrancado varias partes de su piel como el rostro. Le habían sacado un ojo y su mejilla izquierda ya no existía dejando ver parte de su dentadura cómo si estuviera sonriendo. Su vestido estaba desgarrado, habían hecho de ella un monstruo.

Pero lo que no sabía, es que era su turno de morir.

Al fin despiertas...

❇La llamada❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora