Capítulo 4

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En clase de gimnasia (Educación Física)

Estaba en los vestidores de Hombres, y tenía un locker donde pondría mi ropa, introduje mis pertenencias mi celular y mis libros, toda mi mochila dentro, me quite la camisa, alzando mis brazos dejándola sobre la banca que estaba entre medio de los pasillos entre lockers y locker y me senté sobre la banca dejando caer mi culo de sentón.

―Hombrecitos! A la cancha! Quiero sus culos en 3 minutos! Los espero ahí. –Dijo la Prefecta y ahora entrenadora de gimnasia.

Me quite las sandalias y me quite el short y las deposite en el locker tome mi short de licra casi ajustado era diminuto, estaba algo arriba de la rodilla , se me abultaba en miembro en ellos, se me marcaba y se me notaba un trasero gigante, parecía que tenía más , En fin.

Del otro lado de la banca estaba el locker de Rodrigo, el chico latino nuevo, que se desvestía y yo a veces de reojo volteaba y lo espiaba como se vestía, dios, tenía un trasero redondo y bien formado se notaba que ejercitaba mucho, su piel morena aceitunada como chocolate y esa espalda musculosa y bien marcada , que jodidos. Porque estaba fantaseando con el chico nuevo!.

―Bonitas piernas güerito- me dijo él.

―Cállate, aquí no!.

―Aquí no qué?

―Deja de hablar y vístete tenemos que entrar a clase.

―Está bien- dijo él y se terminó de vestir, ajustando sus shorts deportivos en ese inmenso trasero masculino.

Yo lo seguí detrás, no piensen mal no lo hice para mirarle sus atributos, solamente tarde en cambiarme y fui el último en salir así que seguía a Rodrigo, entramos en las canchas interiores dentro de la escuela, no a las canchas públicas que estaban en el exterior del gimnasio del otro lado del campus, donde podíamos correr y todo lo demás.

La entrenadora, silbó su silbato con tanta fuerza que casi deja sordo a medio salón. ―Primero, quiero que todos empiezan a dar 5 vueltas a la cancha deportiva y después harán abdominales en parejas de dos se turnaran y ayudaran.

―Mierda.. – Empecé a correr alrededor de las canchas con rapidez, tenía condición estaba delgado y musculoso, pero no se me daba correr por gusto simplemente no era lo mío.

Atrás de mí los otros chicos menos agraciados y nerd, se quedaban atrás, mientras los más fuertes musculosos  y populares capitán del equipo de basquetbol y el de rugby encabezaban las filas, y después estaba yo, un chico intermedio, no era de los mejores pero tampoco estaba tan fatal y echado a perder.

Corrí con mucha fuerza aguantando las ganas de vomitar y venirme sobre mi camisa deportiva blanca con la insignia del instituto de SAIL High School  de Florida.

―Vamos, señoritas! A mover esos culos!. –grito la entrenadora.

Entre todos los que dábamos vueltas tanto chicas y chicos, éramos por lo menos unos 33 chicos corriendo como cabras descarriadas sin rumbo solo por las órdenes de la autoridad escolar.

―Hola!, ― Rodrigo, se emparejo a mi lado, me alcanzo mantenía el paso trotando y corriendo a la vez, para conversar conmigo, mientras yo me esforcé por correr más mi 3er vuelta y dejarlo atrás.

―Hola, de nuevo!- Rodrigo volvió a insistir y me alcanzo al paso que di era imposible que tuviera tanta energía como para joder. ―Por qué no me contestas, estás enojado? Bebe. ― se relamió los labios y mordí el labio, te ves deseable en esos shorts.

«Me enamore de un prostituto»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora