«Me enamore de un prostituto»

Capítulo 11

Eran las 6:20 de la mañana y seguía lloviendo, era otro jodido día de lluvia en la ciudad. Florida sufría con lluvias torrenciales toda la semana por el dichosa tormenta que azotaba las costas de la capital.

Hacia bastante frio así que me levante y me arrope con la sabana y me puse mis pantuflas negras y camine hasta el baño para limpiarme la cara y aclararme la vista, estaba muy oscuro y era muy temprano no veía nada.

Sonó el celular, recordándome los mensajes para que los respondieran. Busque el celular debajo de las sabanas, estaba casi sin batería y abrí la bandeja de mensajes y revise todos los 4 mensajes que me había dejado Marcus.

―Bueno creo que ahora si te fuiste a dormir.

―Buenas noches que descanses, guapo

―Espero verte mañana.

―Buenos días, dormilón.

Que mal educado de mi parte, me quede dormido y no le respondí que tortura seguro que se quedó pensando en muchas cosas cuando no le conteste.

―Buenas mañanas tengas tú también Marcus.. Seguro te levantaste temprano para ir a trabajar al bar, no?. Descanse bien, dormí bastante. Espero verte, no sé si puedas en la tarde, tengo que ir a clases hoy con este mal tiempo. ―envié mensaje.

Al instante me respondió, me sorprendió supuse que se la pago pegado al teléfono en respuesta a mis mensajes en cuanto le conteste, no tardo ni un minuto en devolverlo.

―Buenos días., niño espero tengas un lindo día de clases, y si hoy trabajo en el bar como Barman, nada de stripper el día de hoy. No te me pongas celoso, ―me dijo él.

Me vestí rápido poniéndome una camisa de algodón , con mangas largas y cuello negro, la playera era blanca con rayas muy delgadas, con una cadena de una cruz en mi cuello, me peine sacudiendo mi cabello, con la mano y acomodándolo un poco, tomando mis viejos jeans grises y mis zapatos Nike.  Y baje las escaleras saliendo de mi habitación sin despedirme de mi mama si es que estaba aún en la casa.

Sin desayunar. Hoy no quería hacer lo habitual. Solamente abrí el garaje y trate de encender la motocicleta, gracias a un milagro divino encendió., tome las llaves de la casa fui por una chamarra para no mojarme. Salí de la casa cerrando con seguro la cerradura de la puerta,  y baje las escaleras muy cuidadoso, dando un salto en el último escalón sobre un charco de agua.

Corrí hacia el garaje saque mi moto, y volví a cerrarlo. Poniéndome mí casco por seguridad,

Le mande un mensaje a Cameron diciéndole que no era necesario que pasara por mi hoy, que me iría en mi moto.

No quería hablar con él. Éramos muy amigos lo quería pero la verdad no quería verle, tampoco evadirle no tendría que ocultarle nada.

Solamente conduje muy rápido sintiendo la brisa húmeda y el roció de las gotas caer sobre el casco y mis manos, mientras aceleraba más en la autopista, para llegar a la ciudad donde estaba apartado de los suburbios, donde realmente estaba mi instituto.

Bastante lejos de mi casa, haría como 40 minutos de recorrido con estas lluvias tenía que ir precavido.

Llegue a la escuela sano y salvo, y corrí después de estacionar mi moto en el aparcado de vehículos de 2 ruedas y corrí dejando mi casco en mi casillero, después corrí por los pasillos hasta llegar a mi clase de Algebra. Era viernes al fin tendría todo el fin de semana libre de clases.

―Buenos días Breidan. Joven llego casi por poco tarde-me dijo la Miss Gilbertson.

―Lo sé, pero llegue –tome algo de aire cuando me recargue en el marco de la puerta y entre y me senté en mi asiento, y saque mis notas y libreta apuntando la clase.