APOCALYPSIS ϟ ᴄɪɴᴄᴏ ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs

I

[ ᶜᶤⁿᶜᵒ & ᴷᵃʳᵉⁿ ]

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Los sueños no eran sueños, son pesadillas, para ella, pero ese no lo parecía, hasta que vio a Cinco en el, Cinco se encontraba corriendo en un lugar lleno de humo y penumbras, donde pudo ver cadáveres y cenizas, entonces Cinco se detuvo en un lugar donde todo se encuentra destruido.

-- ¡Karen! ¡Papá! --gritó Cinco, lagrimas corrían por sus mejillas, cayendo sobre sus manos, donde una luz azul provenia, pero nunca lograba ceder.

~ ¿Cinco? ¡Cinco! ~gritó Karen, tratando de llegar a él. Observo como había sangre en todas partes y fuego, mientras se acercaba.

Entonces todo oscurecio. Karen abrió los ojos, encontrandose a su hermano Klaus saltar sobre su cama. Karen se tapo con la manta el rostro, soltando un quejido al sentir como se le aventaba encima.

-- ¡Despierta! ¡KA-REN! --gritó Klaus, para levantarse del cuerpo de Karen. La mencionada se destapo para levantarse.

-- Klaus, te eh dicho que si no duermo mis diecinueve horas me pongo de malas --dijo Karen--. Además, mi sueño es bellecedor...

-- Te escuche gritar el nombre de Cinco, así que vine corriendo --informó Klaus preocupado por su hermana favorita.

-- No fue nada... --dijo Karen, poniendose sus pantuflas de dinosaurio para ir al baño.

Klaus la siguió, entro al baño junto con ella, Karen agarro su bote que esta lleno de pasta de dientes con su cepillo de dientes color azul, puso la pasta para luego meter su cepillo de dientes en la boca y empezar a cepillarse. Klaus estaba seguro que Karen había tenido una pesadilla, y lo sentía porque conocía perfectamente a su hermana.

-- ¿No ne contaras? --preguntó Klaus, dolido.

-- ¿Contar qué? --preguntó Karen sin entender.

-- Sabes de lo que hablo, mi pequeña y hermosa hermanita --dijo abrazandola, mientras Karen se lavo la boca con agua.

Karen, se metió a su habitación para buscar su uniforme, mientras Klaus le pisaba los talones, la seguía a todas partes, con el fin de hacerla molestar y que contará lo que pasaba, su pesadilla, pero Karen seguía terca sin hacerle caso.

Cuando ya estaba vestida se encamino al salón de entrenamiento, junto con Klaus, encontrandose a Cinco quien discutía con Diego, entonces se detuvo, su mente empezo a tener las visiones, aquella visiones empezaron a dolerle la cabeza, entonces se hizo para atras tropezando con Klaus, quien la sostuvo, los pensamientos de todos los de la casa se empezarón a juntar junto con las visiones.

Entonces las visones y pensamientos se detuvieron, en el momento justo donde Cinco volteo a verla, y Diego se fue.

-- Karen, te va a regañar --dijo Cinco--. Debes de tener falda, no un tonto short como el de nosotros. En fin, es obvio que no harás caso.

Karen quizo hablar, pero sus palabras se quedaban ahogadas en la garganta, así que solo observo a Cinco alejarse. Volteo a ver a Klaus.

-- ¿Crees que me queda mal el short? --preguntó Karen, dudosa.

-- Te resalta el trasero, así que te ves divina --dijo Klaus con orgullo.

-- Gracias, Klaus --sonrió Karen, para empezar a caminar.

El entrenamiento fue lo mismo de siempre, y eso implicaba como Reginald regañaba a Karen por no hacer bien su trabajo, todos lo estaban mejorando, menos Klaus y ella, y eso hacia que Reginald pensara en alejarlos.

-- Para la próxima, número zero y cuatro; los quiero alejados, ya no los quiero ver juntos, solo hacen que se vuelvan debiles, más de lo que ya son --dijo Sir Reginald--. Otra cosa más, Número Zero, a la próxima, usa la falda.

-- Si, padre --dijo Karen, para ver a su padre partir, entonces se acerco a Cinco--. Oye, Cinco.m.

-- ¿Qué quieres? --preguntó Cinco fastidiado, quitandose el sudor de su cuello.

-- ¿Podemos entrenar juntos? --preguntó Karen, con una sonrisa falsa.

Cinco la observo detenidamente, era la primera vez que ambos hablaban bien, antes nunca hablaban, pero hablar con la niña, le gustaba y mucho, era algo que nunca pasaba, nunca hablaban, y nunca escuchaba la voz de Karen solo cuando hablaba con Klaus o con su padre.

-- Claro, te veo hoy a las siete en el jardín --dijo Cinco, para luego irse a bañar.

Karen se volteo a ver a Klaus, que estaba dolido por aquella escena, entonces Karen lo agarro del brazo para llevarlo a su habitacion, ambos se encerraron para sentarse en la cama de ella.

-- ¿Ya no me quieres? --soltó de repente Klaus-- ¿O nos encerraste para violarme?

-- ¡No, Klaus! --exclamó asqueada Karen por la ultima pregunta.

-- ¿Qué soñaste? Por favor, contéstame, Karen, por favor --dijo Klaus suplicando por saber la verdad, Karen lo volteo a ver.

-- A Cinco gritando nuestros nombres --dijo la chica de ojos avellana--. Sangre y fuego. Fue horrible, Klaus, sentí temor al no saber que pasaba.

-- Te entiendo.