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"Un hombre muy dulce"

Athena

No sabía que me sorprendía más; si las mejillas rojas de Min Yoongi frente a mi o que se viera tan bien con aquel gorro de lana puesto.

—¡Hola!— mi saludo lleno de energía pareció gustarle, porque finalmente se decidió a entrar y acercarse— pero que sorpresa, pensé que ya estarían en casa.

No respondió de inmediato, en lugar de eso tomó asiento y palmeando el sitio a su lado me invitó a imitar su acción, no me negué, pero he de admitir que si me sentí un poco avergonzada.

Estamos muy cerca.

—Sejin dijo que sólo podía llevar a cinco, así que Seokjin y yo decidimos esperarte— asenti, comprendiendo— ¿Que hacías? Oh, p-por cierto— sus manos (gigantes manos) extendieron una botella hacía mi, era té— es para ti, parece que te gusta mucho.

Él dejó de ser el único con el rostro rojo, recibí gustosa el pequeño detalle sintiendo mis mejillas doler, mi sonrisa era muy grande. Yoongi era un hombre muy dulce aunque no lo parecía a primera vista.

—Gracias, y de hecho me gusta demasiado— le soy sincera— haz dado en el clavo.

Me regala una sonrisa de labios cerrados y no lo pienso mucho antes de abrirla la botella y dar el primer sorbo.

—Entonces ¿Que hacías?— me pregunta nuevamente— pensé que hoy estarías con los chicos.

—Estaba con ellos, de hecho, Kai tenía que ensayar solo, había perdido muchos días de práctica grupal— le comenté— así que después de una pequeña reunión, me ofrecí a ayudarle un poco, nada más. Vaya, si te pones a pensar, estos días han estado muy tranquilos y ustedes han podido descansar más, eso me alegra.

El hace una mueca.

—Es cierto, pero a partir de mañana empezamos con mas shows de promoción— se encoge de hombros— me gusta trabajar, pero las coreografías están bastante complejas y me duele la espalda.

Aquello me hace reír.

—¿Te duele la espalda? Ah, los años no llegan solos.

—Ignoraré el hecho de que me estás diciendo viejo.

El continúa haciéndome reír, halaga mi atuendo y me dice que luzco bonita con gorras puestas, dice también que, mi voz es muy dulce y poderosa haciéndome sentir feliz.

Y es mientras nuestra conversación se hace más amena, más entretenida y agradable, que me doy cuenta de una cosa que si bien puede sonar tonta, para mi significa mucho y es que; me siento tranquila con él a mi lado, me gusta su presencia y su forma de hablarme, no es empalagoso pero tampoco es muy serio, escucha con atención mis respuestas a lo que plantea haciendo notar que en verdad le interesa lo que digo y lo más bello de todo es que a pesar de que ambos estamos un poco avergonzados debido a los ultimos hechos, no pretendemos quitar la mirada el uno del otro en ningún momento.

Como si así conectaramos más, hacemos click mediante miradas interesadas, intensas, dulces o divertidas.

Y es ahí donde decido que quiero hablar de eso.

—Yoongi— le llamo de repente— ¿Te gustaría acompañarme a un lugar?— le tomo por sorpresa, pero antes de que pregunte, me adelanto— los llevaré a casa, te organizas y nos vamos ¿Si?

El pobrecito aún aturdido nisiquiera duda en aceptar, ganándose otra sonrisa de mi parte y nos levanto a ambos para ir en busca del mayor.

Si se enteran de esto definitivamente estaré despedida.