Hottest Manager»MYG;FAMOUS1

"Y eso me aterra"

Yoongi

Al suelo fuimos a parar mientras Sejin se unía a nosotros en el circulo formado para almorzar, a mi derecha Jimin no había provado bocado por culpa de los chistes malos que estaba Seokjin contando con tanto entusiasmo.

A Jimin todo le parecía gracioso.

Mientras que a mi izquierda estaba Athena, nuestra manager no se había negado a comer con nosotros cuando prácticamente se lo ordené, no quería sonar tan grosero como sone, pero para mi, era un tema delicado, no me gustaba cuando las personas por estar ocupadas con otros asuntos, se saltan las comidas y es que para mi se volvió primordial el mantener nuestro horario de comidas intacto desde lo que vivimos con Jimin y su dieta extrema hace años.

No era algo que quisiera presenciar nuevamente, es por eso que ahora que por fin veo a todos llevar comida a sus bocas, puedo finalmente comer en paz.

—Estaba pensando...— suelta Namjoon— Manager...

—Dime Athena, Namjoon, sólo Athena— el se apena un poco, pero asiente— yo me tomé muchas confianzas desde el principio, hazlo tu también.

—Eso le dijiste a los niños y ahora no soportas a Soobin— señaló Sejin haciéndonos reír un poco— ten cuidado con lo que dices.

—Cállate, tu mismo lo dijiste, son niños y ya me acostumbraré— le sacó la lengua, Cristo, que bonita— sigue hablando, Nam.

El líder volvió a asentir retomando la palabra.

—¿Nos acompañaras en Japón con los conciertos?

Justo esa duda la teníamos todos y lo habíamos conversado el día anterior ya que, en nuestros horarios normalmente siempre aparecen los nombres del staff que nos acompañará y supervisara, y lo más extraño era que, su nombre no estaba por ningún lado haciéndonos sentir un poco inquietos.

Siempre teníamos a nuestro manager anterior con nosotros, en todo momento, y nos daba un poco de vergüenza admitir que le necesitábamos porque a decir verdad somos bastante despistados y en estás tres semanas que Athena ha estado ocupando este rol, nos ha salvado en múltiples ocasiones.

—No lo creo, Namjoon— suspira— Sejin aquí presente irá con ustedes, no puedo irme porque me necesitan en el departamento de publicidad— la cara que hace Hoseok nos representa a todos, pánico— tal vez, si termino rápido de organizar algunas cosas respecto a su comeback pueda ir unos días más tarde, tengo que ocuparme de la agenda de TXT, tienen muchísimas presentaciones para promoción además de entrevistas y el show de variedades en el que Soobin a fuerza quiere estar— soltó un suspiro nuevamente— por cierto, no olviden que mañana tenemos prácticas a las siete de la mañana.

Todos respondimos un «si» automático, aunque lo más seguro es que más de uno lo haya olvidado.

—Yo terminé— nos cuenta Sejin, quien no demora en levantarse y tras darle una ultima mirada a su teléfono se dirige a Athena— me solicitan, recuerda que...

—No subestimes mi memoria, querido compañero— le interrumpe— hoy me ocupo de llevar a estos hombres a su condominio, ya tengo las listas—¿Listas?— les comento el asunto pendiente y les recojo mañana.

—Presumida. Bueno, me voy, descansen.

Nos despedimos de quien últimamente está pegado a nosotros como un moco y apenas escuchamos la puerta ser cerrada, Taehyung es el primero en preguntar.

—¿De que asunto hablas?

—¿Cuáles listas?— le sigue Jungkook quien sorprendentemente estuvo callado—¡Siempre eres muy misteriosa!

Ella se ríe, acabando de comer y esperando por nosotros.

—No es gran cosa, dramáticos— tira su cabello hacia atrás, no habia notado que lo traía suelto ¿Ven como si soy un caso perdido?— se que aún falta un poco para la pequeña gira en Japón, pero, escribí siete listas, una para cada uno porque no confío en Sejin y en ustedes tampoco, son cosas que estoy segura de que van a olvidar y si no estoy allí para recordarles... en algo tuve que pensar. No conozco artistas más olvidadizos y torpes que ustedes.

—¡Eso no es cierto!— un sonrojado Seokjin le responde, yo le miro con una ceja alzada porque si es cierto— bueno, pero sólo un poco.

Ella vuelve a reír.

—Si ya terminaron, muevan sus pies y vámonos rápido al auto, tengo que contarles muchas cosas.

Nos sonríe y algo en mi pecho se comprime. Siento que me estoy apegando mucho a su presencia y todo lo que esta trae.

Curiosamente, siento que la necesito, y eso me aterra.