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"No habrá un fin si no queremos uno"

Aquí te acepté, nos aceptamos, y aquí mismo nos declaro eternos.

No habrá un fin si no queremos uno.

Athena

—Vaya, realmente este lugar no cambia ni un poco— recibo su gorra, tapabocas y abrigo, Yoongi se deja caer en el mueble y tras terminar de ver la sala, espera por mi expectante— se siente bien regresar aquí.

Le sonrío y afirmo aquello que dice, me siento a su lado lista para hablar.

—Papá quería venderla, estuve estresada un tiempo mientras intentaba convencerlo de dejarme la casa a mi— suelto aire, entrelazado mi mano derecha con su izquierda— el creía que seguir aquí solo me deprimiria, pero es todo lo contrario ¿Sabes? Cada vez que entro por esa puerta o incluso en medio del campo verde... siento a mamá cerca, su esencia está impregnada en este lugar y me reconforta mucho, es lo único que me queda de ella y la sola idea de perderlo me volvía loca.

Yoongi me sonríe en grande, sus pequeños dientecitos mostrándose libremente, acaricia mis dedos y con su mano libre revuelve mi cabello haciéndonos reír.

—Al menos tu corazón siente la calidez de los recuerdos que tu madre dejó aquí, malo sería si su solo pensamiento fuese doloroso— asiento, el tiene tanta razón— además, hablamos de Lee Athena, eres la mujer más fuerte que conozco.

—Estoy de acuerdo con eso, soy fabulosa— el blanquea los ojos y yo me río nuevamente— así era mamá, extrovertida, alegre, con carácter fuerte y a su vez muy dulce— sonrío ante su recuerdo— papá dice que soy su viva imagen, tal vez por eso no soporta verme.

No dice nada, aunque se que tiene preguntas respecto a lo último que solté.

—Papá... el pasó muchísimos años extrañandola en demasía, cada pequeña cosa le hacia pensar en ella y maldecia al destino por haberla apartado de su lado, mamá era su complemento, su media naranja— la sonrisa que tengo no abandona mi rostro, a pesar de lo triste en mis palabras— él de verdad no tenía ojos para nadie más, mi mamá podía dejar caer la cena, regar el agua en la baldosa, ser brusca y tirarlo al suelo de un empujón— se me escapa una risa ante la imagen de mi pobre padre en el suelo riéndose mientras mamá se agachaba a disculparse— pero el siempre la vería como la mujer perfecta y sin defectos, sus cosas malas para el eran maravillosas y la hacían lucir real y auténtica.

Observo a mi hombre mirarme nostálgico, sintiendo mis palabras como suele hacer.

—Suena a que era una mujer fantástica— dice y yo asiento.

—Lo era— suspiro— no estoy enojada con papá por dejarme un poco abandonada después de aquello, yo solo quería y rogaba todas las noches porque el encontrara finalmente paz en su corazón y mente, quería que no le doliera pensar en ella, por eso cuando se centró más en su trabajo que en llegar a casa para no verme y así no pensar en ella... no lo odié, solo me dediqué a esperar a que estuviera listo— Yoongi asiente comprendiendo mi punto— y parece que por fin lo está puesto que si mis sospechas son ciertas, está saliendo con alguien.

—Eso debe brindarte calma, el lo está intentando.

Lo sé.

Me acercó a su anatomía y el nos acomoda a ambos en el sillón de manera que quedó acostada en pecho y Yoongi reparte besitos en mi cabello, yo me relajo de más, sintiendo mis ojos pesados pero negándome a dormirme.

—Yoongi.

—¿Mmm?

—Te amo tanto— lo siento contener su respiración y me río en silencio, es un bebé— yo de verdad lo hago, y tampoco le veo un fin a esto que se siente tan bien.

—Espera, déjame asimilar que mi novia a quien yo amo igual, me está diciendo que me ama— bufo y golpeo sus manos haciéndole rechistar— ya, te dije que no habrá un fin si no queremos uno, deja de pensar en eso.

—Es inevitable— hago puchero y agudizo la voz— todo es muy bonito y siento que lo arruinare, pero déjame decirte de una vez que aquí mismo te acepté— tomo sus manos y las aprieto en las mías— nos aceptamos, y aquí mismo nos declaro eternos, que no se te olvide Min Yoongi.

—Eres tan cursi, Dios.

Y así se fue el resto del día, entre discusiones tontas, palabras bonitas, chistes malos y besos apasionados.

Yo amandolo y el correspondiendome, eramos una pareja tan normal pero tan única al mismo tiempo, y agradecía tanto a la vida por ponernos a ambos en el camino del otro.

Yoongi me hace feliz, me hace sentir plena y amada... no necesito nada más que eso.

Nada más que a él sosteniendome en sus brazos y besándome hasta el cansancio.

Jaja, mañana o pasado mañana subiré el epílogo.

*la matan*