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"Adaptándose"

Athena

Dos semanas más tarde

—Si de verdad creen que voy a ocupar su día libre con una entrevista que no aporta absolutamente nada, están muy equivocados— Soobin me observa con un puchero en sus labios acompañado de unos ojos melancólicos— a todo esto ¿Para qué quieres participar en eso? Es un simple segmento de variedades, no es la gran cosa.

La sala de prácticas esta siendo equipada por algunos camarógrafos, Sejin y las estilistas, siete sillas son puestas por mi en todo el centro del lugar, le sonrío a los chicos encargados del sonido con amabilidad agradeciendo su duro trabajo.

Soobin vuelve a gruñir mientras me sigue el paso, escucho las risas de Sejin, burlándose de mi por no poder complacer al adolescente insistente.

—Dime una sola razón por la que debería darte gusto— lo encaro finalmente— una sola y lo haré.

—Te juro que nos vamos a divertir.

—Eso no es un motivo muy convincente— ruedo los ojos, las risas del personal aumentan— no necesito que se diviertan, necesito que duerman o de lo contrario colapsaran en algún momento.

—Estás exagerando— la sincronía que tenemos al poner nuestras manos sobre la cintura me resulta inquietante— prometo no pedirte nada más en la vida.

Los chicos de BTS comienzan a entrar, las encargadas del maquillaje esperándolos, el mayor de ellos saludandome de lejos, le devuelvo el saludo.

—¡Noona escuchame! Enserio no pediré nada más si nos das este permiso— alza la voz y pucherea nuevamente, llevo ambas manos a mi rostro esta vez.

—Dijiste lo mismo cuando me negué a comprarles pollo frito en el desayuno, accedí y ¿Que pasó más tarde?

—Nadie está exento de sufrir daño estomacal— se excusó, golpee su frente con cariño— ¡Yah! No me iré si no me dices que si.

Suspiré, Sejin se acercó a ambos con su particular sonrisa apoyándose en mi hombro con total confianza.

—Concedido, ahora déjanos trabajar.

No pude refutar absolutamente nada y me quedé allí, viendo al chico correr.

Escapando.

—Gracias por llenarlo de ilusión— suspiré— ahora tendré que llamar y aceptar la dichosa entrevista. La cual nisiquiera es una entrevista relevante.

Nos movemos un poco a la derecha, buscando no estorbar mucho y observando a los miembros casi listos.

Lucen tan cansados.

—Sabes que estuve pensando...—fui interrumpida.

—No, no podemos aplazar el comeback y darles vacaciones— le miré mal.

—No sé porque te di tanta confianza, no me interrumpas, engendro del mal, que no iba a decir eso— se ríe entre divertido y avergonzado— decía que estaba pensando en conversar con el PD Nim acerca de un correo que me llegó, hay demasiadas ofertas para Seokjin.

—Y han habido miles, pero es él mismo quien se niega a participar en algo que no involucre al grupo completo— suspira— tienes que hablar con el primero.

Iba a responder, pero Taehyung enfundado en una chaqueta gruesa y un gorro de lana totalmente entretenido eligiendo asiento capturó mi atención.

¿Qué demonios estaba haciendo?

Se sentaba en cada una de las sillas como por dos segundos, como si el efecto fuese distinto, me acerqué.

—Taehyung, te prometo que te sientes donde te sientes, tu trasero no sentirá nada distinto— la extraña pero acogedora risa de Seokjin se escuchó justo detrás mío haciéndome brincar un poco.

—Manager A.T— al de sonrisa cuadrada se le hizo muy divertido el apodo que creó para mi «ei ti» — aunque no lo creas, si se siente la diferencia.

—El es extraño siempre, que no te sorprenda mi querida Athena— Seokjin se puso a un lado del anterior mencionado, quedándo también frente a mi, resople, todos eran tan altos...— ¿Que haremos, por cierto? Tenía entendido que después de las tres iríamos a almorzar.

Suspiro, y les miró a ambos con mi mejor cara de disculpa aprovechando que el resto de los miembros se acercan formando un circulo en donde sin darse cuenta, me dejan en medio.

—Hooooola— saluda Jungkook, bastante sonriente haciéndome reír por inercia— noona, luce muy bonita.

—Gracias Kookie, no sé qué irás a pedirme pero siempre agradeceré tus cumplidos.

Reímos todos.

—Chicos, perdón, tengo sus almuerzos listos peeeeeero— suspiro— Sejin tuvo la maravillosa idea de no avisarme acerca de este pequeño evento.

—¡PERDÓN!— gritó al otro lado de la habitación.

—Pero si les sirve de consuelo, yo tampoco he almorzado— Yoongi para sorpresa de todos, me mira mal y bufa.

No entendí.

—Eso no es un consuelo— me dice— cuando acabemos aquí, almuerza con nosotros.

Y con las mejillas levemente sonrojadas, se va a sentar apenas el camarógrafo grita que nos posicionemos.

Yoongi es tan tierno, que adaptarme a su personalidad tan pura y amable me resultó muy fácil.

—Hazle caso— me dice Seokjin, con una sonrisa pícara que también me toma por sorpresa— nos vemos, dulce Athena.

Ay, pero que tonto.

Me río porque, en realidad los siete son adorables, es como tener niños gigantes.

Me hago a un lado mientras observo como su profesionalismo toma parte de ellos, me quedo mirando a cada uno, deteniendome más de la cuenta en aquel pálido que sonríe mostrando sus encías.

Demasiado tierno.