La luz entraba por su ventana y le pegaba de lleno en los ojos verdes. Los cerró más fuerte ahogando un gruñido en su brazo, no queriendo despertar. Se dio por vencido cuando la luz brillante siguió encandilando sus cansados ojos, parpadeando para acostumbrarse a ella.
Miró hacia abajo, el brazo que estaba alrededor de su estómago sosteniendolo con fuerza. Sonrió cuando fue consciente del cuerpo a su lado. Raphael estaba fundido a su piel. Su rostro oculto en sus espalda, su cabello suave haciendole cosquillas en su dermis. Sus piernas enlazadas con sus piernas, acunando toda su fisonomía contra la sombra de su cuerpo. Él era más pequeño que Ragnor, pero en ese momento se sentía como si fuera enorme contra sí. No quiso moverse para no espantarlo, por lo que intentó cerrar sus ojos y volver a descansar.
-¿Estás despiertos?- Ragnor saltó en su lugar, riendo luego cuando Raphael lo hizo.
-¿Cómo te diste cuenta?- Raphael dejó un beso sobre su cuello y volvió a su posición.
-Tu respiración cambió. Llevo despierto más tiempo.- Ragnor mordió su labio cuando sonrió.
Se movió para soltarse un poco y girar su cuerpo, quedando frente a frente. Se acomodó para que sus rostros estuvieran a la misma altura, besando su nariz y luego sus labios. La cama crujió bajo ellos cuando Ragnor sostuvo su rostro con sus manos y se alzó un poco para quedar con la mitad de su torso sobre él, Raphael moviendo sus manos entre su camiseta, sintiendo los músculos que se fruncian con el movimiento. El beso era lento, pero para nada inocente cuando se deboraban entre sí. El más alto sonrió entre sus labios, algo avergonzado cuando sintió su miembro cosquillear. No quería un accidente matutino.
-Deberíamos ir a desayunar- sugirió sobre su boca para volver a besarlo. Raphael solo negó, apresandolo más.- Rapha...
Su nombre se perdió cuando su lengua entro en su cavidad bucal, moviéndose lentamente. Ragnor llevó su mano a la cintura de Raphael, sintiendo su cuerpo. Su mente no podía nublarse, no cuando sus amigos estaban en ese mismo apartamento.
-Los demás- dijo en tono lastimero, sintiendo su sus labios hinchados-. Rapha, no estamos solos.
El más bajo descendió el nivel de besos con lentitud, para luego mirarlo con ojos de cachorro triste. Ragnor acarició un mechón de su cabello, acomodandolo en su espesa melena. Le parecía fascinante como él se mostraba al mundo, reacio, duro, gélido; pero con él era dulce, cálido y hogareño. Suspiró pensando en ellos, en ese toque, en lo bien que se sentía que le quisiera.
Pero aun y con todo eso, la intimidad e intensidad que sus besos urgidos iban tomando a medida que se acercaban, hacían que pensara en millones de preguntas. Habían pasado tanto tiempo entre besos dulces y caricias tiernas que Ragnor creyó que jamás se atreverían a ir por más, y aunque sus instintos le despertaban gran demanda, se negaba a hacer algo que no fuera para la dicha de ambos.
-De acuerdo, vamos a desayunar.
-Sabes que deberíamos a hablar sobre lo que pasó en la noche, ¿verdad?- Él hizo una mueca.- Está bien si no quieres ahora, pero me ha dejado confundido.
-¿Por qué te confunde?
-Dijiste que con Erick y con otros antes, no querías tener sexo ¿Y ahora conmigo sí? No quiero que lo hagas porque pienses que voy a dejarte o lo que sea que pase por tu cabeza.
-No creo que entiendas lo que pasa por mi cabeza...yo tampoco lo hago.- Ragnor se enderezó, Raphael así lo hizo, sentándose como un indio sobre la cama.- Lo he intentado antes porque todo el mundo hablaba sobre lo maravilloso que se sentía. No me presionaron directamente pero sentía un peso social en mí.-Había decepción en sí mismo cuando hablaba.- Hice caso, torpemente, y me llevé a experimentar un poco pero no me agraba, no se sentía bien incluso ante la comodidad que Erick me brindaba. Entonces me agoté de mí mismo y abandoné la idea de complacer a otros por sobre mí- se encogió de hombros.
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The Sun Is Going Down
FanfictionRagnor Fell y Raphael Santiago son complicados por separados, pero juntos crean un caos universal. Sin embargo, deben aprender del otro, a sobrevivir a sus diferencias y miedos si no quieren que el tiempo se acabe cuando el sol baje y la oscuridad l...