Capítulo 21: La senda final (7° World)

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Hola a todos, finalmente nos estamos acercando a los capítulos finales, y de verdad es algo difícil escribirlos, ya que no deseo decepcionarlos.

Ademas de eso que estoy trabajando en la obra homenaje de un amigo mio que lamentablemente ya no esta con nosotros y fue gracias a el que me anime a crear estas historias y muchas otras, por eso en memoria suya, publicare la obra que los dos escribimos juntos hace muchos años (cielos con el trabajo que me costo encontrar el condenado cuaderno) 

Pero no estamos aquí por eso así que, espero que el capitulo sea de su agrado, se que es corto pero mas que eso mi deseo es crear un lazo entre escritor y lector aun si no hay ganancia para mí, que tengan un buen día, tarde o noche.

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Cuando uno tiene sus propios objetivos claros entonces sabe lo que desea, y si tu voluntad por luchar por ello es fuerte entonces, nada es imposible.

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La variedad de mundos era increíble aun con tantos de ellos siempre podía haber alguno que sorprendiera o cambiara tu opinión de ver las cosas, como cierta metrópolis peculiar que estaba a punto de mostrarse para nuestros conocidos viajeros.

En las clásicas afueras de la ciudad cierta fuerza o mejor dicho poder rompía la realidad que separa las dimensiones, para que de ella salieran seis integrantes de un peculiar grupo de viajeros dimensionales.

Los seis miembros eran conformados mas por mujeres, las cuales se les notaba con un aspecto fuerte y preparado para cualquier situación. Pero sin duda alguna los más resaltantes de ellos eran los dos únicos varones del equipo, Cierto joven pecoso de castaño rojizo que se mantenía una actitud de estratega, y a su lado un pelinegro que con aquellos ojos tan diferentes uno del otro, era capaz de dar una mirada intimidante.

- Bien – hablo el pelinegro – Debemos continuar avanzando

- Daniel

Albert fue el primero en acercarse al pelinegro que ya había comenzado a avanzar.

- ¿Qué sucede?

- Creo que deberías detenernos un rato y descansar

La mirada del pelinegro solo mostro molestia en la sugerencia del castaño, y desviando la mirada respondió.

- No es necesario, Nuestra prioridad es encontrar la forma propicia para detener...

- ¡Daniel!

Albert sujeto a Dan del cuello de su remera, obligándolo a detenerse y a mirarlo a los ojos.

- ¡Tal vez tu y yo no necesitemos descansar! ¡Pero! Wiess, Lizz, Noah ellas no son como nosotros

- Ellas...

- Es Verdad aun no se ven fatigadas, pero si no bajas el ritmo muy pronto lo estarán – le obligo a mirarlas

Tal como lo decía Albert, no se veía fatiga extrema en las chicas, pero solo al mirarlas al detalle alguien se daría cuenta que no estaba todo bien y que necesitarían muy pronto un descanso largo.

- Míralas, llevan siguiéndote sin reproche desde que dejamos a Felvath – siguió Albert – Pero ya vas ocho mundos que continuamos sin parar... Apenas si nos dejas dormir unas horas y comer... y ya continuamos al siguiente

- Yo soy el que hago el trabajo...

- ¡Pero ellas te acompañan!

Daniel vio nuevamente a las chicas y no era que no lo hubiera pensado antes, ni que no deseara dejarlas descansar, como lo habían hecho en los anteriores mundos.

Dragon's:  ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora