Natasha Romanoff cayó al suelo, rompiéndose la espalda. Cerró los ojos.
Cuando los abrió, de sus dedos salía una nube amarilla, con rayos del mismo color. Frunció el ceño y miró a su alrededor. Se suponía que estaba muerta.
Sinopsis.
Natasha Romanoff cayó al suelo, rompiéndose la espalda. Cerró los ojos.
Cuando los abrió, de sus dedos salía una nube amarilla, con rayos del mismo color. Frunció el ceño y miró a su alrededor. Se suponía que estaba muerta.