Natasha se sentó en su mesa, mirando los planos de la Tierra. Todo había vuelto a la normalidad, se veían a la gente horrorizada abrazando a sus seres queridos. Por ejemplo, el príncipe Harry besó a su querida Meghan, cuando sus lágrimas de felicidad caían por sus mejillas. Scarlett Johansson anunció su casamiento con Chris Evans, que también había desaparecido. Pero no sólo el cariño había vuelto a la Tierra. Dictaduras que creyeron haberse salvado porque su líder se había convertido en polvo, volvieron.
-¡Natasha!- exclamó una voz y se giró para mirar a James. Le sonrió, él se sonrojó.- Pensábamos que, como Steve viene dentro de poco, podrás verlo.
A Natasha le saltó el corazón del pecho. Oh, Steve... Seguía tan enamorada de él. Maldita sea, había muerto por él. Porque él tuviera su final feliz porque él mirara al cielo y pensara "gracias, Nat".
Sí, definitivamente se estaba convirtiendo en una cursi de mierda.
-Claro. Gracias James- sonrió, siguiendo con los planos. Cuando James se fue, miró atentamente todas las pantallas holográficas.
La de los Guardianes, vacía. La de Stephen Strange, vacía.
Ella estaba vacía.
-¿Nat?- dijo una voz temblorosa y Natasha no la reconoció de inmediato.
Lo miró. El rostro, lleno de arrugas le sonrió con tristeza. Se tapó la boca. El hombre le rozó la mano.
Le miró a los ojos. Ojos azules, llenos de determinación y amor. Profundo amor.
-Steve...- susurró, el anciano asintió. Natasha sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, acariciando las mejillas del hombre.- ¿Fuiste feliz?
Steve le volvió a sonreír, acariciando la mano con la suya. Clint los miró, realmente sorprendido. Incluso cuando Steve tenía 100 años, Natasha seguía total y completamente enamorada de él.
-Siempre pensé en ti. Intenté fingir que Peggy eras tú pero nunca fue así- le interrumpieron los labios de Natasha. Fue un pico inocente y lleno de amor. Labios, no hubo lengua. Fue amor, puro y blanco amor.
Entonces Steve comenzó a brillar. Scott y Clint se tuvieron que tapar los ojos por el daño que les producía.
Cuando Steve y Natasha se separaron, este era ahora el Steve de 2012, guapo y joven para siempre.
Natasha se tapó la boca sorprendida al verlo y cuando Steve se tocó la cara, ambos miraron las manos de Natasha que todavía humeaban del esfuerzo.
-¡Carol!- exclamó, asustada. La Capitana reaccionó de inmediato y apareció en la estancia, dándole una mirada al hombre rejuvenecido.
-Santa mierd-