—Evyn, sabes que tenemos que bajar ¿no? —murmura Hender sobre mis labios. Llevábamos un buen rato besandonos y toqueteandonos, y no puedo negar no estar excitada ya, ni él tampoco.
—Ujum — sigo besandolo y él aprieta mi trasero con sus manos.
—Paremos ahora porque si duro un rato más así no voy a poder detenerme —me advierte y yo me separó de él.
—¿Qué tan rápido eres?.
—Listilla —me da un golpecito en la nariz con su dedo índice —Levanta, vamos —sin muchas ganas me quito de encima de él y veo el gran bulto que hay bajo su toalla, por lo que muerdo mi labio. —Ve saliendo para que no sospechen, así calmo esta situación —señala su bulto —Y poder cambiarme.
—Vale —le doy un último beso y salgo de su habitación. Arreglo un poco mi vestido y mi cabello y bajo las escaleras.
—Evyn —me sorprende mi tía al terminar de bajar las escaleras — ¿En dónde estabas?
—En el baño —es lo único que alcanzó a responder. Ojalá arriba haya también un baño, porque o sino, estoy acabada.
—Pero aquí abajo también hay uno — Salvada.
—No lo encontré, así que subí y lo encontré.
—Pero si ese no...
—Evyn, ¿conseguiste el baño? —Alex interrumpe a mi tía.
—Sí, sí —le sonrió agradecida por la interrupción. Pero éste se me queda viendo de una forma alarmante.
—Bueno, ya la comida estará lista, vayan saliendo —nos avisa mi tía y se va a la cocina, me imagino.
—Evyn, tienes una marca en el cuello — me señala Alex y yo me alarmó. Saco un espejo de mi cartera y veo que efectivamente tengo una marca. Hender qué hiciste. Rápidamente trato de taparlo un poco con maquillaje y paso mi cabello a un lado para que no se note tanto.
—Hermano —volteo y veo a Hender bajar las escaleras.
—Me dejaste una marca en el cuello, idiota —le doy un golpe en el pecho.
—Yo soy inocente de todo lo que se me culpa — alza sus manos.
—Bueno chicos, vamos —mi tía llega con una gran bandeja en la mano y Alex se ofrece a ayudarla.
Los cuatro salimos al patio y ya todos se encuentran sentados en una mesa larga. Hender saluda a mis padres, a sus tíos y a sus primos y yo me siento en una silla, a la derecha se sienta Alex y a mí izquierda se sienta Hender.—Hender, pensé que no bajarías
— le habla mi papá.—Es que no me sentía muy bien —él posa su mano en mi muslo
—Pero ya me encuentro mucho mejor —yo trato de ocultar la sonrisa que esta luchando por salir.En toda la cena Hender no ha quitado su mano de mi muslo, me lo aprieta, acaricia, pellizca con suavidad, en una de esas subió muy arriba su mano tocando ese punto delicado y di un respingo por lo que tuve que excusarme rápidamente y vi cómo río por lo bajo.
Ya estamos despidiendonos para ir cada uno a su casa.
—Fue un gusto Marc, hasta una próxima —hablo mi padre. Todos nos despedimos de él y de mi tía ya que ésta sí se queda aquí igual que su familia.
Alex y Hender nos acompañan a la puerta.
—Gracias por venir, señor y señora Gallagher — Alex se despide de mis padres primero y luego me da un abrazo a mí —Nos vemos Evyn.
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Chica Mimada (EDITANDO)
Teen FictionSi hubiera una historia en donde los papeles cambian, en donde la chica es la rebelde, la que juega con los chicos. ¿La leerían?. Sí, una chica, no un chico. Evyn Gallagher, completamente consentida por sus padres, querida por los chicos, envidiada...