....El próximo rey es coronado, tras un par de meses después de que su padre muriera, Levi es el siguiente en la sucesión del trono.
En la fiesta del nuevo rey donde se presenta desde la plebe, la servidumbre y los más refinados duques y princesas...
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Levi se arremangaba las mangas de su pulcra camiseta, la coronación hacía una hora que había terminado y por fin había podido descanzar de tantas reverencias, viboras y demas indulgencias frivolas.
Ahora lo único que le interesaba, era tener a ese Omega en su presencia, observar la belleza que poseía aquel ser tan magnífico.
Un toque delicado se escuchó tras la puerta.— adelante.– habló con una voz ronca.
Por aquella puerta pasó Armin, con la cabeza gacha y tomando la mano de aquel bailarín.— cómo me ordenó majestad, aquí lo tiene.– miró los ojos verdes del chico, notando una pizca de miedo y tristeza, y sintió lastima por él, al igual que un dolor en el pecho al saber que el rey se había interesado como nunca antes, por alguien que no es él.— me retiro, con su permiso majestad.
El rey asintió y con una última reverencia el joven de cabello dorado se marchó.
Sus ojos azules como el mar caribe iniciaron un escaneo total, los ropajes del chico aún le seguían pareciendo extrañas, pero al mismo tiempo provocaban una sensualidad en el portador. Sin embargo, no le agradaba del todo que su mirada estuviera en el suelo, triste y temeroso.
— ¿cuál es tu nombre?.– preguntó al fin, obteniendo aún más silencio.— ¿eres mudo, quizá?
El castaño negó cabizbajo, para después enfrentar la mirada del otro.— Eren.
— tu edad.
— 15.
El rey caminó hasta pararse a unos centímetros de él, deleitándose con la fragancia a flores y dulce, que muy pronto comienzan a tornarse agrias y saladas. Un extraño sentimiento surge en su pecho al ver varias lágrimas rodar por esas mejillas sonrosadas.— ¿Porqué lloras, te sientes mal?.– intenta tocarlo, pero el menor da un paso hacia atrás, totalmente cohibido y alerta de cualquier peligro.
— usted.– comienza, limpiando agresivo sus ojos, quitando las gotas saladas de su cara y mostrando ahora una expresión repulsiva. — ¿estaría feliz si su pueblo es arrasado, destruido, separado de su familia y sometido a ser el obsequio de un soberano cruel, ser un esclavo?.– el rey no supo qué decir, mas el silencio habló por él.— entonces no haga preguntas tan obvias y estúpidas.
Armin había estado tras la puerta, escuchando todo, tragando duro al oír aquella contestación tan grosera, sorprendido. Pero más, al escuchar como el rey ordenaba al gitano quedarse en la habitación, mientras él salía de ella colérico marchandose de allí, y el rubio se escondía en las cortinas de las enormes ventanas. Era la primera vez que el rey no mataba a alguien por osar retarlo o siquiera insultarle.
Todo parecía estar de cabeza.
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Lamento tardar en actualizar este fic, se me habían ido las ideas ;-;
Pero volví a la acción y ya estará más activa la historia, por lo mientras algo corto que demuestra el carácter de los dos personajes principales.
