Capítulo VI

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Varías elfos se reunieron en la un gran salón donde mis padres, colocaron una Corona de perlas en mi cabeza nombrandome dama de Lothlórien, los aplausos no faltaron y una pequeña ceremonia se celebraba.

- Mi hija la doncella de Lothlórien, Aranna ha regresado a casa - dijo Lord Celeborn.

Una melodía cautivadora era entonada por elfos, tomé el violín y comencé a tocar junto a ellos, mis padres me miraban con asombro por mis habilidades.

Al terminar de entonar cada nota fui aplaudida, esperaba con alegría el retorno de mi hermana menor.

- Bailarias con tu padre dulce Aranna - tome su mano al ritmo de una suave melodía nos movíamos al compás.

- Tengo miedo a la muerte a pesar de ser inmortal, padre - dije

- No tiene que hacerlo mi niña, pero es tu decisión quiero verte féliz al igual que tu madre - seco una lágrima que bajaba por mis mejillas.

- Tendrá consecuencias mi regreso las puedo ver - dije.

Apoye mi cabeza en su hombro, el cariño paternal que me brindaba reconforta mi espíritu.

- Aún te queda mucho tiempo, puedes regresar a Lothlórien cuando quieras y eres libre de amar a quien desees mi niña- unas cuantas lagrimas cayeron sobre mis mejillas.

Al final del día me obsequiaron el collar de lumina, una haz de luz que me acompañaría donde vaya.

- Cuando quieras ayuda solo llámame querida hija - un último abrazo recibí por parte de mi madre.

Un joven guardia interrumpió el momento

- Mi señora el principe Thranduil está en las entradas del reino, dejamos que se presente ante usted- asentí y dejamos la habitación.

Lo vi algo cansado y sonriente esperándome en la entrada, corrí a sus brazos y besé sus labios, lo habua extrañado tanto.

- Eres impredecible, nunca pensé que vendrías por mí- reí.

- Mi señora de Lothlórien - besó la mano de mi madre, que asintió a su dirección.

- Nunca pensé que eras la hija perdida de los señores de Lothlórien- nego con su cabeza.

- Tampoco lo sabía, estuve alejada mucho tiempo de mis padres y conocerlos lleno mi alma- explique.

- Estas hermosa, mucho más que ayer pero menos que mañana, eres la doncella mas bella de la tierra media- acomodo mis cabellos.

- Nuestra boda se pospone al menos que quieres que se efectúe en Lothlórien- explique con una sonrisa pícara hacia mí madre.

Tenia un plan, porque no se me había ocurrido.

Hable con mi madre y estuvo de acuerdo tendría dos bodas una en Lothlórien y la otra en el bosque verde.

- No puedo creer que los convenciste a todos de tu idea- sonreí.

- Es una habilidad me lo merezco; quiero que mis padres asistan a mi boda y no puedo llevarlos al bosque verde y para que ambos estén de acuerdo tendremos dos bodas - explique.

- Espera que mi padre se entera me exilia del reino - sonrió.

••

El día siguiente fue muy ocupado de repente tenia a tres doncellas tomando mis medidas para un vestido.

Otra repitiendo mis versos elficos que no tenían que estar en sindar si no en quenya; otra se encargaba de mi banquete salí varias veces al jardín para ver el arreglo, era una novia desesperada.

Mi padres observaban gustosos mis carreras por todo Lothlórien, había sido mi idea así que toda la organización recaía sobre mí.

- Vendrá mi hermana- pregunte.

- Ella estará aquí, un mensajero y su corte fue por ella, sólo esperemos que pueda regresar a tiempo.-  informaron mis padres, que observaban el arreglo.

- Tu prometido lleva más de dos horas hablando sobre el banquete; no podemos ponerle vino a todo - rei al ver su actitud comprendía que estaba nervioso.

Una boda de un día como se me pudo ocurrir.

Antes de ir a la ceremonia, varias doncellas entraron a mi habitación una peinó mis largos cabellos, llevé un vestido blanco muy largo, brillaba con luz propia por primera vez me sentí una doncella y no una guerrera.

•••

Narrador Pov

Lady Galadriel miraba a su pequeña hija vestida de novia, un sentimiento atravesó su corazón, Aranna su pequeña iba a formar su familia.

- Te ves hermosa mi niña, solo falta algo - una preciosa Corona de gemas blancas fue puesta en su cabeza- Ahora si eres perfecta, sin duda mi pequeña estrella del amanecer.

- Estoy nerviosa- sonrío al ver la expresión de su madre.

- Vamos tu padre tiene que estarte esperando.- tomó su mano izquierda para guiarla por el camino.

Las luces alumbraban el largo camino lleno de flores blancas, varios elfos se encontraban en el gran jardín alegres al ver a su princesa perdida.

- Tu belleza no se compara con ningún ser viviente; eres la más bella creación de los dioses mi pequeña estrella del amanecer- habló su padre cuando tomó su mano derecha caminando hacia el altar junto a su hija y esposa.

Una suave melodía acompañaba el ambiente, varias pequeñas arrojaban flores blancas en el camino.

- Hoy las estrellas están alineadas para ver tu unión en Lothlórien- su madre la observaba sonriente, sabia que era la felicidad de su hija.

Al llegar al altar puedo ver la felicidad en la cara de prometido quien no dejaba de mirarla completamente enamorado.

- El día de hoy estas brillando mi princesa - agarro su mano.

La ceremonia continuaba, intercambiaron votos sagrados que consistían en fidelidad eterna; un matrimonio inquebrantable y duradero.

- Este anillo hará que nuestras almas permanezcan unidas por toda la inmortalidad élfica- Thranduil puso un anillo de oro blanco con una gran Gema en el dedo anular de Aranna.

- Por toda mi vida y el resto de ella te juro amor eterno mi esposo - puso su respectivo anillo en la mano de su amado.

Una ceremonia algo sencilla pero ambos almas estaban unidas de hoy en adelante.

La pequeña celebración con más de mil elfos había comenzado.

Una suave melodía parecida al vals sonaba en el jardín, los recién casados se unieron a bailar bajo la luna.

- Quiero que este momento sea inmortal podría estar contigo toda mi vida - dijo Aranna tomando la mano de su esposo.

- Lo estaremos recuerda que somos inmorales- Un nudo se formó en la garganta de Aranna al saber el destino que los esperaría.

- No puedo cambiar mi vida, pero si la tuya; te agradezco mi esposo por encontrarme - beso sus labios mientras el vals aún sonaba.

Sin duda fue una noche inolvidable para la tierna pareja de recién casados.






Pero la aventura recién está por comenzar...

Un Gran SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora